Los Concejales, Ediles o Vereadores (como se los llama en Brasil) de la democracia de América cumplen un rol fundamental a la hora de planificar políticas públicas en sus legislaturas locales, pues son estos hombres y mujeres, conjuntamente con los Intendentes y Alcaldes, los que tienen la facultad de hacer realidad los sueños y esperanzas depositadas por el pueblo que los eligió. Hoy la dinámica que nos exige la sociedad requiere de los legisladores una capacitación para resolver cuestiones más complejas que van mas allá de las básicas de prestación de servicios que se les brindan a los vecinos.
Este Congreso Internacional de Parlamentarios Locales que se llevará a cabo en la Ciudad de Mendoza del 7 al 9 de Mayo es por demás importante, no tan solo porque permite ampliar los conocimientos a los que hice mención anteriormente, sino porque además tiene un valor agregado que es la integración y el intercambio de experiencias fundamentales a la hora de tomar una decisión, pues el margen de error en la planificación y la ejecución se reduce y el aporte de la experiencia minimiza estos errores, optimizando los resultados.
El éxito y la continuidad de estos eventos dependerá en gran parte del compromiso y la participación efectiva de los hombres y mujeres, servidores públicos, que abrazaron la política no como un fin, sino como un medio de elevar la calidad de vida de sus vecinos y será sin lugar a dudas una experiencia enriquecedora que permitirá reeditar o realizar encuentros con renovadas y actualizadas ideas en sus respectivos países, logrando con ello fortalecer y jerarquizar el rol de los parlamentarios locales, como así también estrechar los vínculos institucionales con los demás estamentos de sus respectivos gobiernos. Es importante resaltar la importancia de los Legislativos municipales y seguiremos trabajando en pos de la jerarquización del rol del Concejal ya que estamos convencidos que de esta manera estamos fortaleciendo la democracia de nuestros países.
Porque en síntesis, acrecentando los conocimientos a la primera línea de la democracia, a la cual acude el vecino, elevará los niveles de excelencia en materia legislativa, lo que redundará en beneficios para la comunidad, mejorando la calidad de vida de nuestros vecinos, destinatarios finales de nuestra vocación, si la política no se utiliza para transformar y mejorar la vida de la gente, no es política.