La aprobación por la Cámara de Diputados de la reforma del Código Procesal Penal tiene todos los ingredientes de las acciones que viene aplicando el kirchnerismo, devenido en cristinismo desde hace una década.
En definitiva se impone el criterio de la mayoría, no se escucha y se menosprecia a las minorías en el Parlamento, no se polemiza, no hay consenso, no hay criterio, no hay estudio a fondo del tema.Todo aquel que reflexione distinto es peligroso y puede pasar por destituyente. En definitiva : el Congreso actúa de la manera que lo quiere y lo pide el Poder Ejecutivo. Se aprueban leyes con la velocidad del rayo, sin que muchos de los que votan sepan su contenido, por negligencia o porque reciben órdenes terminantes de pasar por alto toda discusión.
Institucionalmente hablando se parece a un régimen arbitrario, caprichoso, donde impera la voz del amo. De esta forma es perjudicial y antidemocrático. Así son las cosas: los parlamentarios del oficialismo han elegido el camino de la sumisión. La mayoría ha autorizado a nombrar 17 fiscales y otros 1.633 funcionarios en la Procuración. Continuar leyendo