La decisión del juez Daniel Rafecas de desestimar la denuncia o el proyecto de denuncia contra la Presidente y otros altos funcionarios por parte del fallecido fiscal Alberto Nisman tiene una enorme trascendencia y levantará polvareda por muchos días. Digo días porque las noticias se suceden con tal rapidez en la Argentina que sus efectos duran poco, ni siquiera perduran en la memoria de la sociedad.
La primera pregunta que surge es el tiempo que le llevó a Rafecas estudiar la presentación de Nisman. Lo hizo con la rapidez del rayo. Porque llegó de vacaciones hace muy pocos días. ¿En esas pocas horas pudo evaluar un emprendimiento judicial que le llevó años pergeñar a Nisman? ¿O acaso fue pre-estudiado y masticado en plenas vacaciones? ¿O pesaron otras razones que desconocemos? Rafecas no quedará solo en su valoración. Son varios, aunque no muchos, los juristas que no le dieron validez a la plataforma acusatoria de Nisman. Continuar leyendo