Con el 30% de las mesas escrutadas ya estaba clara la ventaja cómoda y aguerrida del PRO, vencedor en estas primeras elecciones del año, rumbo a las presidenciales. ¿Pueden llegar a ser importantes y decisivas las “primarias” como indicadores de tendencia? Sí, en cada ámbito geográfico donde se producen lo son.
Cada región, cada provincia tiene sus impulsos afectivos, de lealtad política o de obediencia a quienes le indicaron, con verticalidad o por proteger su empleo, qué votar. En la Capital, la pugna Rodriguez Larreta-Michetti preocupó a muchos, dentro del partido y fuera de él. A tal punto que la gran mayoría de los votantes, sugestionados o no, convencidos o no, se inclinaron por Rodríguez Larreta, el ” elegido” como una demostración de apoyo definitivo a la figura de Macri. Además pesaron las consignas publicitarias. Rodríguez Larreta fue el “hacedor”, el que trabajaba incansablemente, el que gestionaba mientras otros se dejaban guiar. Michetti, como senadora, no alcanzó a lucirse ni a aparecer tan intensamente en los medios de comunicación.
De todas maneras, Michetti no quedó postergada en el apoyo de la ciudadanía. Ahora tendrá que encontrar su nuevo lugar, un ámbito más calmo, sin confrontaciones. Tiene que hallar su sitio en el mundo de su agrupación, de la cual fue siempre una de sus puntales. No creo que haya “pase de facturas” entre los que apoyaron hasta el último momento a uno o a otra figura. Al PRO no le sobran gestores ni gerentes de todo tipo y color. Como se sabe, Lombardi, Pinedo y Montenegro, responsables de distintas áreas capitalinas, acompañaron a Michetti, que no era la preferida y lo hicieron contra viento y marea y dándoles la espalda las definiciones desafortunadas y agresivas del asesor Jaime Durán Barba.
Entre los candidatos a las PASO de este domingo 26 de abril hubo, sin duda, un grupo signado por la meritocracia. A Rodriguez Larreta le bastó mostrar lo que trabajó estos años. Pero Martín Lousteau es una promesa de alto valor práctico y académico y al mismo tiempo un hombre que conoce los problemas cotidianos y sabe cuáles son las soluciones, con un arrastre muy especial con la juventud. Y Guillermo Nielsen, ex- gestor en la negociación de la deuda externa en 2005, quien representó con esquiva fortuna al Frente Renovador de Massa, un técnico que entró tarde en la lucha por conquistar votos, es un profesional reconocido por el mundo empresario y en ámbitos internacionales
Lo que no pude entender fue la euforia en el búnker del Frente para la Victoria, donde se festejaba mientras los números mostraban que sólo arañaban el cuarto lugar. Sus candidatos, Mariano Recalde a la cabeza, repitieron hasta el cansancio un argumento gastado. Si ellos ganaban y obtenían el apoyo popular podían demostrar que los seguidores de este Gobierno podían arrinconar a la “derecha”. ¿De qué derecha hablan? ¿Ellos se consideran de “izquierda”? Con algunos funcionarios y con algunos respaldos hacia este Gobierno es imposible señalar al oficialismo como de “izquierda”. No es necesario convocar a Jorge Altamira o a Vilma Rippol para que los ubiquen en otros casilleros. Son, se sabe, los representantes de una administración oportunista que está dejando un legado peligrosísimo.
Veamos como asoma el 5 de julio cuando llegue el ballotage. ¿Podrán cambiar los sitiales y adhesiones? Yo tengo mis grandes dudas. Por los fenómenos que estuvieron presente este domingo 26, no habría grandes cambios en los pocos meses que restan para llegar a la mitad del año.