Desde que el último jueves, cuando el ministro de Economía presentó y explicó las bases del Presupuesto de Gastos y Recursos para 2014 (PGR14) en el Congreso Nacional, corrieron hilos de tinta y expresiones radiales, televisivas y millones de bytes por internet, con las opiniones negativas de expertos por la falta de realismo de los supuestos macroeconómicos.
En este espacio no voy a distraerlo explicando dónde veo las mayores inconsistencias, entre lo previsto y lo realizado, así como más aún entre los datos actuales y los proyectados, porque como se trata de un presupuesto, se corre el riesgo de caer en lo contrafáctico, ya que se deberá esperar hasta los primeros meses de 2015 para poder dirimir quién estaba en lo cierto.
Sí me parece apropiado compartir las incongruencias entre las metas de 2013 y el dato conocido de 2012 establecidos en el presupuesto base para los Programas de Ministerio de Trabajo (Folio 151) y también en lo referido a la Seguridad Alimentaria (Folio133) del hace tiempo devaluado proyecto de “Ley de Leyes”.
¿Década ganada o perdida?
Mientras que de los últimos informes de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec surge que el desempleo total en el país promedió el año último 1,31 millones de personas y en la primera mitad del corriente se elevó en 35 mil trabajadores, el PGR14 da cuenta de que “la asistencia financiera a jóvenes desocupados” benefició por mes en 2012 a 1.729.598 y subió en 2013 a 1.800.000 personas.
Como se sabe, se considera desocupada a la porción de la población que no tiene un empleo que busca trabajo y no lo encuentra. Por tanto no incluye a los menores, ni a los estudiantes o mayores que no están ocupados y que además no buscan ocuparse en una tarea remunerada o rentada.
También se sabe que nunca “un dato parcial puede ser mayor al total”. Sin embargo, de la lectura del PGR14 surge que Trabajo da asistencia financiera a jóvenes desocupados que representan 133,5% del total desocupados que surgen de las mediciones del Indec.
Si se asume que los jóvenes de 20 a 39 años representan el 30% de los poco más de 41 millones de habitantes y que en ese estrato el desempleo en esa franja etaria más que duplica al promedio nacional, surge que el nivel de desocupación actual se ubica en torno a 16% de la población económicamente activa. Muy lejos del 7,2% que calcula el Indec.
Al mismo tiempo, el PGR14 da cuenta de que pese a que según las cuentas nacionales la actividad económica se reactivó a un ritmo de 5,2% en 2013 en comparación con 1,9% en 2012, la asistencia para la inserción laboral se elevó en ese período de 573.072 a 650.000 personas por mes; la atención del Seguro de Capacitación y Empleo subió de 1.687.415 a 1.750.000 y la asistencia para trabajadores desocupados para desarrollar proyectos formativos ocupacionales se amplió de 96.889 a 130.000 personas y para empleo transitorio saltó de 363.309 a 450.000 trabajadores.
En conjunto significa un aumento de 329.717 asistencias incrementales, en contraste con una baja de 159.745 personas de las personas que habían sido beneficiadas con el Programa de Mantenimiento de Empleo Privado, determinando un crecimiento neto del desempleo real en casi 170.000 personas, casi cinco veces el aumento que se desprende de la Encuesta Permanente de Hogares del Indec.
La indigencia afecta a más de 14 millones de personas
El Folio 133 del PGR14 indica que en la meta física de seguridad alimentaria para 2013 se redujo la “Asistencia Alimentaria para Hogares Indigentes” de 15.932.282 a 14.167.549 personas, equivalente a 34% de la población total del país, y salta a 17 millones en la previsión para el año próximo, a poco más de 40% de los habitantes.
Además, en lo referente al “Componente Alimentario” el módulo sube de 784.35 beneficiarios en 2012 a 1.189.336 para el corriente año y 1,8 millones para el próximo. Representa 2,9% de la población, casi el doble del cálculo de indigencia que informó el Indec tras el último relevamiento de la EPH y salta a 4,3% para 2014.
También el PGR14 incrementa en forma sostenida la asistencia técnica financiera para la conformación de huertas de 2.941.762 personas asistidas en 2012 a 3,2 millones en 2013 y 3,45 millones para el año próximo.
Se trata de datos claramente inconsistentes con una economía que se dice pasa de crecer a un ritmo de 1,9% en 2012 a 5,1% en 2013 y proyecta un avance de 6,2% en 2014, con una inflación estable en poco más de 10% para los consumidores y más cercana a 16% para el conjunto de la economía, esto es familias, empresas y gobiernos nacionales, provinciales y municipales.
Queda en manos de los legisladores indagar en el Congreso sobre cuál es la realidad de la economía argentina, sus necesidades y recursos, para poder diseñar un Presupuesto que vuelva a convertirse en ordenador de los desequilibrios que, cómo se vio, no se pueden mantener ocultos, y recupere el rol de contribuir a las expectativas de los agentes económicos para planificar sus inversiones presentes y en particular las próximas, para un futuro mejor para el conjunto de los habitantes.