La baja del petróleo y sus beneficios

Claramente Estados Unidos es uno de los ganadores con la caída del precio del petróleo, ya que traslada todo al consumo. Otro ganador es China, que baja sus costos y mejora aún más su balanza comercial y un tercer ganador es Arabia Saudita, tanto por cuestiones geopolíticas como para apuntalar su plan de diversificar su producción hacia otros sectores. Con estos tres jugadores favorecidos hay motivos suficientes para que el petróleo se mantenga en niveles bajos.

Según un artículo de Anatole Kaletsky publicado en Project Syndicate, a nivel global, el mundo demanda unos 34 mil millones de barriles de petróleo al año: Una caída de 10 dólares en el precio del petróleo transfiere 340 billones de dólares de los productores de petróleo a los consumidores. Por lo tanto, el recorte de 63 dólares en el precio, como ocurrió desde junio del año pasado, al precio actual (una baja del 59 %) redistribuiría más de 2 trillones de dólares anuales entre los consumidores, proporcionando así un impulso mayor en los ingresos que los programas de estímulos fiscales de China y Estados Unidos juntos, que son implementados desde 2009.

La caída del precio del petróleo ha dividido el mapa entre perdedores y ganadores, pero en aquellas economías donde el precio del petróleo se traslada al surtidor habría un fuerte estímulo al consumo. El beneficio para la economía mundial de un precio del petróleo más bajo sostenido en el tiempo es positivo y muy superior a uno en niveles más altos, más allá del duro golpe a corto plazo para muchos países productores (entre los cuales hay muchos emergentes, incluidos muchos de Latinoamérica), así como para la industria de producción off-shore y del fracking, que supieron ambas estar de moda no tantos años atrás. Continuar leyendo

China: más de una razón para devaluar el yuan

Existen varios motivos por los cuales el Gobierno chino decidió mover la cotización de su moneda:

1)  Tratar de despegarse de la apreciación del dólar, que ha sido muy fuerte contra todas las monedas en el último año,

2) Intentar evitar una mayor desaceleración de su economía,

3) Afianzar su liderazgo geopolítico a través de la integración del yuan en la canasta de monedas del FMI, conocido como los derechos especiales de giro (SDR, por sus siglas en inglés).

China creció en 2014 a una tasa de 7,4 %, anotando de esta forma su peor resultado en casi 25 años. Durante el primer semestre de este año, la expansión de la economía china se ubicó en 7 %, lo que reafirma la tendencia a la desaceleración.

La producción industrial, la inversión y las ventas minoristas de julio quedaron por debajo de lo esperado por el mercado, mientras que los últimos datos de las exportaciones mostraron que las ventas de productos chinos cayeron 8,3 % el mes pasado, el mayor descenso en cuatro meses. Continuar leyendo

Commodities: peligrosa espiral negativa

Los commodities se encuentran envueltos en una espiral negativa muy peligrosa, especialmente para Latinoamérica, una región que no habría visto lo peor de las recientes bajas. Las materias primas son la fuente genuina de divisas para sus economías, muchas de ellas orientadas a las exportaciones.

El Bloomberg Commodity Index de 15 productos primarios alcanzó esta semana su menor nivel desde junio 2002.

La crisis de Grecia y la corrección en el mercado bursátil de China han desnudado los riesgos del escenario global, a lo que se suma la suba del dólar, alimentada por la expectativa de suba de tasas de interés.

Es conocida la relación negativa entre el dólar y los commodities: ante un fortalecimiento del dólar, se requieren menos dólares para poder obtener una unidad física (una tonelada, una libra, una onza, un bushel, etc.) del bien tangible que se esté valuando.

Tailandia sufre por los precios del caucho, Brasil por el precio del azúcar (entre muchos otros), Perú por el oro y la plata, Venezuela, Ecuador y Colombia por el petróleo, y Argentina por la soja, el trigo y el maíz. Hasta Australia, una economía del G10, se encuentra sacudida por la caída de los commodities, en especial los minerales. Continuar leyendo

La economía mundial bajo la lupa

La economía mundial está saliendo airosa tras la gravísima crisis 2008-2009 que llevó al mundo a una inédita recesión. Pero el crecimiento global sigue siendo demasiado débil para ser optimistas. Se deberán aumentar las reformas estructurales, como así también el dinamismo propio de las economías en vías de desarrollo, para encaminarse hacia un crecimiento más rápido y sostenible. Aún queda por completar el programa de reforma del sector financiero; los elevados niveles de deuda de muchos países no ceden; y persiste un fuerte desempleo: Europa tuvo un incremento del cual le ha sido muy difícil encarar una vuelta a la normalidad tal como ocurrió parcialmente en EE.UU.

Por otro lado, hay riesgo incipiente de un nivel demasiado bajo de inflación, con riesgo de deflación tanto en EE.UU. como en Europa que pueda inhibir la demanda, la actividad económica y el empleo. La volatilidad de los mercados también es un tema importante a monitorear debido a la salida del programa de expansión cuantitativa en EE.UU. en un contexto financiero externo menos benigno con una suba esperada de tasas de interés que parece más próxima que lejana a juzgar por las declaraciones de algunos miembros de la Fed.

Otro factor de riesgo a la economía mundial que vemos son las tensiones geopolíticas, que podrían opacar la recuperación vista hasta ahora, en especial por el caso de Ucrania y las represalias económicas a Rusia. Es un hecho que la actividad económica en las economías avanzadas, como EE.UU., la Eurozona y Japón, está mejorando, aunque a diferentes velocidades.

El FMI publicó recientemente su informe semestral Perspectivas Económicas Globales (WEO), con más luces que sombras a nuestro entender. Veamos las estimaciones: la economía global crecería en 2014 un 3.6%, y un 3.9% en 2015, cifras con una ligera corrección a la baja con respecto al pronóstico anterior de enero, lo cual implica una mejora frente a 2013 cuando la expansión global fue de 3.0%.

¿Quién da el impulso? Los mercados emergentes son responsables de más de dos tercios del crecimiento mundial. Pero coyunturalmente, el impulso viene dado por los países desarrollados, a que las economías emergentes y en desarrollo enfrentan nuevos riesgos: las economías avanzadas crecerán en 2014 2.2%, frente al 1.3% del año pasado. Destacamos el buen desempeño de Alemania, que explica en gran parte la fortaleza del Euro actual. EE.UU. crecería al 2.8%, mientras que la eurozona pasará de una contracción del 0.5% en 2013 a una expansión de 1.2% este año.

En cuanto a los países emergentes, las tasas de crecimiento se encuentran como siempre entre las más altas del mundo, en especial las de las economías emergentes de Asia. África subsahariana sigue siendo dinámica pero las condiciones son más complicadas en los países árabes en transición envueltas en un difícil contexto sociopolítico. El FMI redujo su pronósticos de crecimiento para los países emergentes y en desarrollo desde un 5,1% estimado en enero a 4.9%.

Las perspectivas de mediano plazo se han deteriorado aún más para Argentina en un escenario macro que está sujeto a una alta incertidumbre: crecería apenas 0,5% este año y 1% en 2015. Otros países con políticas heterodoxas hoy deben aplicar medidas de corte netamente ortodoxas por las consecuencias en sus economías. Un ejemplo es Venezuela, que experimentaría una caída del 0,5% este año y -1% en 2015. Venezuela cerró 2013 con una inflación minorista del 56,3% y se estima 50,7% de incremento para este año.

tabla art infobae 10 de abril 2014 (1)

Como en muchos otros países, hay cada vez menos margen para aplicar políticas macroeconómicas de apoyo, por lo que las reformas estructurales adquirirán más relevancia de ahora en adelante. Si la economía mundial no se integra, será difícil generar más expectativas. Sanciones a Rusia, problemas climáticos en el hemisferio Norte y continuo desempleo le ponen diversos grados de restricción para alcanzar los objetivos y reforzar la recuperación que se inició en 2010. En la última reunión del Grupo de los 20, se reconoció que mediante la aplicación de medidas de política correctas por parte de los países y la cooperación correcta entre ellos sería posible elevar el crecimiento mundial más de 2% a lo largo de los próximos cinco años.

Whisky para un ex alcohólico

Las decisiones de consumo, ahorro e inversión están en el núcleo de las determinaciones que deben tomar los individuos a lo largo de su vida. Y en la vida hay momentos para vivir de prestado, en relación de dependencia, para endeudarse, para repagar la deuda, comenzar a generar riqueza en forma genuina y, por último, disfrutarla (gastar los ahorros). Lo que no se llega a disfrutar o que se preserva para consumo futuro y se resigna del consumo presente será un legado para nuestros hijos, una herencia que les dejaremos a futuro para que el mencionado ciclo sea más corto en sus primeras fases y para que comience ya con una base monetaria.

Partiendo de la base de que las cifras oficiales son fiables y transparentes, muchos países tienen deudas privadas impagables. Cuando se habla de deudas privadas tenemos que hablar de deuda de los hogares, de las empresas y de los bancos (que generalmente se toman por separado). Además hay que sumarle la deuda pública, privada y extranjera.

Numerosos hogares en países desarrollados compran a crédito y deben la casa donde viven, los productos que contiene la casa (televisión, celular, microondas, heladera, etcétera) y deben, además, el auto, las vacaciones pasadas y hasta la educación privada de sus hijos, todo ello gracias a los diferentes créditos tomados, incluidos los obtenidos con la tarjeta de crédito. Entre los hogares, la tarjeta de crédito es un método rápido y efectivo de endeudamiento, sin tener que ir al banco a pedirlo y se ha convertido en un medio de pago en la vida cotidiana. Pero una economía endeudada también consiste en sumar todos aquellos préstamos hipotecarios a hogares sin recursos: las llamadas hipotecas subprime o de alto riesgo.

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