Vientos de cambio están soplando para los mercados emergentes, afectados por muchos factores coyunturales en un mundo aquejado por débiles tasas de crecimiento y fuertes bajas en los precios de los commodities.
El impacto en precios y la volatilidad será mayor en aquellos países que no han logrado llevar adelante reformas estructurales en pos de una mayor competitividad y que no han sabido o no han podido aprovechar la bonanza de los altos precios de los commodities para crecer en reservas, mejorar el perfil de endeudamiento e incluso armar fondos soberanos y/o anticíclicos.
Recordemos que los altos precios de los commodities permitieron a muchos países cambiar reservas y productos naturales por activos financieros. Luego de un período de 17 meses consecutivos de entradas netas positivas de flujos en portafolio hacia los mercados emergentes, estos se tornaron negativos por un total de USD 11.500 M en el pasado mes de diciembre, según el Instituto de Finanzas Internacionales. Así se observó la primera contracción desde el año 2013, cuando se anunció una posible reducción en el programa de estímulos monetarios de la Reserva Federal.
A nivel regional, Europa emergente fue la más afectada, seguida de África, Medio Oriente y Latinoamérica. México, Brasil y Sudáfrica fueron los países emergentes en forma individual que registraron las mayores salidas de capitales en diciembre, entre las ocho economías de mayor atractivo para los inversores.
El deterioro del sentimiento de los inversores se debe en parte de las presiones económicas en Rusia y su impacto en la caída de los precios internacionales del petróleo. El mercado de deuda fue el más afectado debido a que se registró una salida de flujos en diciembre por USD 7.800 M. En tanto que del mercado de acciones salieron USD 3.700 M.
¿Volverán estos capitales? No creemos que a corto plazo lo hagan, menos aún si el índice DXY de dólar multilateral sigue estando firme (un dólar más caro aún es nuestro escenario base).
El riesgo a que sigan reduciéndose los flujos de fondos de países emergentes continúa presente, y más aún frente a un contexto en el que los mercados esperan la decisión de la FED en cuanto a una suba en las tasas de interés y con muchos países europeos (periféricos) nuevamente con algunos problemas económicos.
Los mercados de renta variable (acciones) de países emergentes son mucho menos líquidos y profundos que sus contrapartes del G3 y, a esto, se suma que el floating (porcentaje del capital que cotiza en la bolsa) es muy bajo, así como la dispersión del capital. Esto hace que las salidas de fondos impacten muy fuerte en los precios, aun cuando sean bajas en comparación con la capitalización del mercado.
Los llamados BRIC, compuestos por Brasil, Rusia, India y China fueron elegidos por la abundancia de commodities y su mano de obra y costos más baratos, así como escala su de mercado, basada principalmente en la población. Pero los commodities se encuentran envueltos en una dinámica bajista y sin vistas a recuperar terreno perdido dada la sobreabundancia de petróleo y commodities agrícolas, y sin inflación en países desarrollados que impulse la demanda de metales preciosos. El mundo cambió y posiblemente estemos asistiendo a un nuevo ciclo de precios de materias primas bajas por un tiempo, un ciclo secular que impactará mayormente en países que no han aprovechado el momentum positivo de los términos de intercambio.