La salud del sistema financiero

¿Cuál es la salud del sistema financiero de EE.UU.? ¿Luego de la intervención realizada en 2008, el sistema está mejor preparado para soportar un shock?

Para contestar a estas preguntas, los distintos bancos centrales practican los denominados stress tests, que son ejercicios de estática comparativa para determinar si ante una fuerte baja en el precio de los activos y una reducción en la hoja de balance por caída del patrimonio neto de las entidades, ese banco resiste el golpe.

A partir de la primera prueba de stress realizada en 2009, los bancos norteamericanos han registrado importantes crecimientos de su capital. El ratio de las empresas estadounidenses han incrementado sustancialmente su capital desde la primera serie de pruebas de resistencia del gobierno en 2009. El ratio de capital ordinario Nivel 1, que compara el capital de alta calidad y los activos ponderados por riesgo, de los 30 mayores bancos para 2014 más que duplicó el registrado a comienzos de 2009, pasando de 5,5% a 11,6%, lo que refleja un aumento del capital ordinario en más de USD 511 Bn a USD 971 Bn en dicho período.

La evolución del exceso de reservas en instituciones financieras respecto a lo estrictamente necesario dictaminado por la Reserva Federal, en constante aumento, muestra la recomposición de la salud de las entidades:

EXCESO DE RESERVAS EN INSTITUCIONES FINANCIERAS: Evolución mensual, en millones de USD

exceso de reservas 17 de abril infobae

La Reserva Federal anunció el mes pasado que aprobó los planes de capital de 25 instituciones financieras que participan en el Análisis y Revisión Integral del Capital (CCAR). Pero se opuso de los planes de otras cinco, argumentando motivos cualitativos en cuatro de ellas y una que no cumplía con los requisitos mínimos en las pruebas realizadas.

Los bancos con niveles sólidos de capital tienen la posibilidad de prestar dinero a los hogares y a las empresas, y aún así continuar cumpliendo con sus obligaciones. En base a esta definición, la Reserva Federal lleva adelante las pruebas y análisis de capital de los bancos, incluyendo sus planes de adecuación y las acciones que afecten el capital, como ser el pago de dividendos, emisiones de deuda y recompra de acciones, considerando a tal fin factores cualitativos y cuantitativos. En caso que la Fed se oponga a un plan de capital, la institución no podrá realizar las distribuciones previstas, hasta tanto no se realice una aprobación del Banco Central.

Según la última prueba de strees, la Reserva Federal no se opuso a los planes de capital de Ally Financial, American Express, Bank of America, Bank of New York Mellon, BB&T, BBVA Compass Bancshares, BMO Financial, Capital One Financial, Comerica, Discover Financial, Fifth Third Bancorp, Goldman Sachs, Huntington Bancshares, JPMorgan, Keycorp, M&T Bank, Morgan Stanley, Northern Trust, PNC Financial, Regions Financial, State Street, SunTrust Banks, US Bancorp, UnionBanCal y Wells Fargo.

Sobre la base de las preocupaciones cualitativas, la Reserva Federal se opuso a los planes de capital de Citigroup, HSBC North America; RBS Financial y Santander Holdings USA. Además, la Fed se opuso a los planes de Zions Bancorporation, dado que la empresa no cumplió con el ratio de capital Nivel 1, fijado en 5%.

El indicador de Stress Financiero, elaborado por la Reserva Federal de Saint Louis, se redujo considerablemente desde el pico observado en la última crisis financiera y volviendo a la normalidad de meses previos a 2008.

Tanto préstamos como depósitos han crecido en forma saludable. Claro está, la salida a la crisis financiera con la ayuda del Estado no ha sido gratis, y los niveles de deuda son comparables hoy a los alcanzados en la Segunda Guerra Mundial, lo que le resta grados de libertad para poder consolidar el ritmo de crecimiento que ha alcanzado en estos últimos años.

Ahora veamos entre las 20 grandes entidades de EE.UU. algunas medidas operativas y en materia de valuación a qué ratios lo hacen.

Entre las entidades bancarias, la de mayor rendimiento en materia de dividendos son precisamente las dos entidades más grandes medidas por su capitalización bursátil, Wells Fargo y JPMorgan. Las más rentables en relación a su patrimonio neto son US Bancorp, Wells Fargo y Fifth, con más del 13% de ROE.

En relación a su múltiplo price-to-earnings trailing 12 meses, ninguna de las entidades se ubica por debajo de 10x ni ninguna por encima de 20x. Pero en materia de precio a valor libros, aún se mantienen por debajo de su valor libros las siguientes entidades: JPMorgan, Bank of America, Citigroup, Goldman Sachs y Morgan Stanley, entre las más grandes. Quizás la intuición sea que estas entidades tengan una relación mayor a uno, pero el mercado norteamericano aún da buenas oportunidades en este sentido, ya que se trata de números por debajo del valor promedio histórico.

VALUACION DE BANCOS y FINANCIERAS EN EEUU: Capitalización bursátil

Tabla VALUACION DE BANCOS

Después de una histórica intervención directa en el capital de los bancos le siguieron cinco años de recuperación. Es innegable que el accionar del estado ha surtido su efecto positivo, pero a costa de aplicar en forma indiscriminada un salvataje de las mayores entidades para evitar un riesgo sistémico aún mayor.

El too-big-to-fail tiene consecuencias nefastas sobre el resto de los sectores o empresas más chicas, porque quedó demostrado que existen sectores privilegiados, y susceptibles de ser rescatados a pesar de las desprolijidades operativas con las que se manejaron y el excesivo apalancamiento.

La teoría del Moral Hazard también nos dice que si lo anterior ocurre, más bancos incurrirán en riesgos innecesarios y hasta imprudentes para el resto de la economía, gestando la semilla de una próxima crisis.
Asimismo se expusieron las cifras de las cuatro empresas de tarjetas de crédito más emblemáticas y de las administradoras de fondos o bolsas en un tercer conjunto de empresas.

En síntesis, aunque dista de ser la ideal, está claro que la situación ha mejorado mucho. Y que la solvencia del sistema dio muestras de fortaleza y crecimiento en el último año, y que es más difícil ahora separar la paja del trigo y hay que concentrarse nuevamente en las valuaciones para poder seleccionar una buena inversión en acciones de alguna entidad bancaria de cara a los próximos cinco años.

Un nuevo capítulo de la crisis

Esta semana el Presidente de la Reserva Federal de Richmond dijo que preveía un escenario de crecimiento un poco más débil de Estados Unidos pero que no esperaba que esto impacte en las decisiones de reducción de estímulos monetarios que está llevando adelante la Fed bajo la nueva conducción de Yellen.

Estamos viendo otro capítulo de la crisis que comenzó en 2008. Recordemos entonces: la primera fase fue la crisis financiera macro económica de EEUU, disparada por las hipotecas y créditos subprime luego de décadas de consumo impulsado por el endeudamiento de las familias. La segunda fase, siempre dentro de la misma película, se dispara en Europa con los famosos PIIGS y los problemas de crédito soberano, sistemas financieros, crecimiento y consumo.

Ahora estamos viendo mayor estabilidad financiera y económica en EEUU -aún con crecimiento débil y sin inflación ha mejorado sus índices de empleo-, que comienza a desandar el camino de los estímulos para tratar de minimizar los efectos secundarios.

En este marco, los inversores que han tenido enormes ganancias en los últimos años comienzan a salir de activos de riesgo y buscan inversiones más seguras e indefectiblemente caen en el dólar y los bonos del tesoro americano que de esta forma bajan su tasa, efecto contrario al que sucede con los bonos de países emergentes de alto rendimiento.

La semana pasada ha habido importantes salidas de fondos y acciones a nivel global. Cabe recordar que el apalancamiento de las inversiones financieras ha vuelto a niveles pre crisis.

No sabemos si esta amenaza a los emergentes se materializará ahora o más adelante, pero hay que prepararse para mayor iliquidez y menores precios de productos primarios.

 

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Monedas emergentes en jaque: el real baila al ritmo de las tasas

Los flujos de fondos en títulos valores están rotando y en los últimos meses se ha revertido la tendencia: salen de países emergentes y vuelven a países del G7. Este es un movimiento esperado, lo que no se sabía era el momento y la violencia con que se produciría. Sin embargo, todavía no ha dado signos de llevarnos a una crisis. Se producen rebalanceos en forma más prudente de lo que vimos en 1994, 1997, 1998, etcétera.

El motivo de este cambio en la dirección de las inversiones lo marca Estados Unidos. Las señales que podrían comenzar a desarmar los paquetes de ayuda y flexibilización monetaria han llevado la tasa de 10 años a 2,80% anual y asusta a inversores que salen de mercados más volátiles e ilíquidos y se concentran en los desarrollados.

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