Ha sido un comienzo de año para el olvido, con caídas de mercado y un notable incremento en la aversión al riesgo: la coyuntura internacional no hizo más que confirmar todos los miedos que habían empezado a aparecer desde la desaceleración de China en agosto del año pasado y de la continua caída en los precios del petróleo, así como del resto de los commodities.
Al ser el sector tecnológico un sector cíclico, de alta tasa de crecimiento y gran atracción de capitales, cuando las expectativas sobre la economía y los flujos de fondos son elevados, pero, cuando el mercado se da vuelta, las caídas pueden ser abrumadoras. Para dar una idea de la magnitud de la caída, las valuaciones medidas por la relación precio a ganancias (price-to-earnings) proyectadas de las empresas de tecnología que cotizan en el subíndice tecnológico del S&P 500 se redujeron un 15% en los últimos dos meses.
Las fuertes caídas de empresas como Amazon (AMZN), LinkedIn (LNKD) o Tableau Software (DATA), cuyas ganancias corporativas estuvieron por debajo del consenso colaboraron con el aumento en la selectividad y el malhumor hacia el sector. Otro síntoma del miedo imperante es que, al día de la fecha, en el año no hubo ningún lanzamiento en IPO de compañías del sector tecnológico. Continuar leyendo