Finalmente, el día llegó: la Reserva Federal de Estados Unidos decidió elevar las tasas de interés por primera vez desde el año 2006.
Los funcionarios del Comité Federal de Mercado Abierto (FOMC, por sus siglas en inglés) votaron en forma unánime elevar las tasas de la Fed Funds (la que pagan los bancos por prestarse dinero durante la noche) en 0,25%, a un rango de entre 0,25 y 0,5 por ciento. El comité también dio vía libre a un aumento de la tasa de descuento de 1% a partir del 0,75% previo.
Los mercados reaccionaron de forma positiva, pero recién cuando Janet Yellen tomó la palabra. Pintó un escenario macro bastante optimista tras la seguidilla de una serie de indicadores publicados con cifras positivas y la solidez del mercado de trabajo, que opera con una tasa de desempleo del 5%, cerca de sus niveles mínimos históricos y en pleno empleo.
La proyección del PIB para este año se mantuvo respecto a la que se realizó en la reunión del mes de septiembre, ubicándose en 2,1 por ciento. Sin embargo, para el próximo año la proyección se revisó al alza a 2,4%, en tanto se mantuvo igual para 2017 y 2018. Estimaciones privadas ya hablan de apenas un 2% para el año que viene. Continuar leyendo