Los flujos de fondos en títulos valores están rotando y en los últimos meses se ha revertido la tendencia: salen de países emergentes y vuelven a países del G7. Este es un movimiento esperado, lo que no se sabía era el momento y la violencia con que se produciría. Sin embargo, todavía no ha dado signos de llevarnos a una crisis. Se producen rebalanceos en forma más prudente de lo que vimos en 1994, 1997, 1998, etcétera.
El motivo de este cambio en la dirección de las inversiones lo marca Estados Unidos. Las señales que podrían comenzar a desarmar los paquetes de ayuda y flexibilización monetaria han llevado la tasa de 10 años a 2,80% anual y asusta a inversores que salen de mercados más volátiles e ilíquidos y se concentran en los desarrollados.