Las últimas semanas hemos escuchado mucho del derrumbe de la Bolsa de China. Todos coinciden en que desde el punto de vista de mercados es un fenómeno limitado a ese país, que no genera contagio al resto del mundo. Sin embargo, hay que tener en cuenta que si bien no hay un proceso de transferencia inmediata a través de los mercados financieros, tal como sucedió en otras crisis internacionales, la caída de China puede afectar su propio crecimiento e impactar en el resto del mundo por medio de la economía real.
Hace muchos años que los académicos hablan sobre la importancia de desarrollar el mercado doméstico en China y así reemplazar gradualmente las exportaciones. El superávit comercial ha sido la base de la generación de empleos y la acumulación de reservas, pero la etapa que sigue necesita inexorablemente del desarrollo del mercado interno. Y hablamos de un país de más de 1300 millones de habitantes. Continuar leyendo