El panorama en torno a Grecia oscureció, y no parece aclararse pronto sino todo lo contrario. El gobierno griego ha llamado en forma unilateral a celebrar un referéndum sobre la aceptación o no de las reformas económicas que demanda la Troika (BCE, FMI y Comisión Europea) para liberar la ayuda financiera al país, luego que las partes no llegaron a un acuerdo el último fin de semana.
Un sentimiento de mayor aversión al riesgo en los mercados se ha instaladado posiblemente se instale un tiempo más, con un incremento de los spreads de créditos y renta fija en general: en EE.UU. los Treasuries se despegan de las tasas máximas del año tocadas el viernes y cotizan en 2.33% a 10 años. En tanto, los bonos soberanos alemanes también suben por efecto del vuelo a la calidad. Los bonos soberanos de la periferia y en especial de los PIIGS caen.
Las consecuencias de las decisiones unilaterales han sido varias, y podrían venir más, para las que aún se desconoce su alcance. En primer lugar, el Eurogrupo confirmó que el programa de préstamos a Grecia expirará hoy, sin extensión. Esto significa que los montos no desembolsados disponibles para Atenas no se realizarán. De esta forma, y sin un acuerdo a la vista, se espera ahora que Grecia no cumpla con el pago de su deuda por un total de EUR 1.500 M (USD 1.660 M), que debe pagar al Fondo Monetario Internacional mañana.
Segundo, el parlamento griego ha aprobado la aplicación de un referéndum, que ha obtenido el apoyo de la coalición gobernante y del partido de extrema derecha Amanecer Dorado. La decisión, que se conocerá el próximo 5 de julio, busca la aceptación o el rechazo por parte de la población griega del rescate ofrecido por la Troika, que busca mayores recortes en las pensiones y el aumento de impuestos, tales como el IVA.
Así, un voto negativo sería visto como conductor de la salida de Grecia de la Eurozona, lo que podría representar un antecedente peligroso para los países que componen la moneda única europea con un efecto contagio que ya se empezó a descontar en los mercados.
Tercero, el Banco Central Europeo ha decidido ponerle un techo al nivel de financiación de emergencia para el sistema bancario de Grecia. En consecuencia, los bancos griegos se encuentran en una situación de extrema iliquidez, por lo que permanecerán cerrados hasta el 6 de julio. Asimismo, han sido introducidos controles de capital, mientras que no habrá mercados accionarios en esta semana. Pese a las afirmaciones anteriores que no habría ningún límite en los retiros, el primer ministro griego anunció el domingo que el Banco Central del país se había visto obligado a recomendar un feriado bancario y controles de capitales, en un límite de retiros de EUR 60 (USD 66) en efectivo de los cajeros automáticos. El premier está intentando obtener un guiñe de la Comisión Europea para obtener una breve extensión del plan de rescate del país y se restablezca en parte la liquidez del sistema bancario griego, y de esta manera dar tiempo a que se lleve a cabo un referéndum sobre sus términos, pero por ahora dicha ampliación ha sido rechazada.
La respuesta no tardó en llegar hoy: el presidente de la Comisión Europea (Juncker) respondió que se sentía un poco traicionado, luego de la caída de las negociaciones con Grecia durante el fin de semana, alegando que no se han tomado en cuenta sus esfuerzos personales y los de otras instituciones involucradas. Asimismo, agregó que la salida de Grecia de la Eurozona nunca ha sido y nunca será una opción (por ahora).
A medida que se desarrolle la semana, es probable que los conflictos fluyan hacia varios frentes, aunque nos gustaría enfocarnos en los siguientes:
¿Cuál será la reacción del BCE? La decisión de mantener sin cambios la Asistencia de Liquidez de Emergencia (ELA) ya se tomó y Grecia lo sufre. Pero también está monitoreando de cerca las condiciones del mercado y está dispuesto a utilizar todos los instrumentos necesarios para defender su postura. Quizás veamos alguna reacción luego del vencimiento del programa de rescate de Atenas, el 30 de junio.
Incluso después del referéndum, los efectos del mismo son inesperados. Un voto negativo sería percibido por el gobierno griego como un fuerte mandato en busca de un cambio al esquema de trabajo actual del gobierno, aunque con un sistema bancario fuera de funcionamiento. Como se ha evidenciado en los últimos meses, el margen para la flexibilidad del crédito sería limitado, dejando de lado las posibilidades de un programa específico de recapitalización de los bancos sin el financiamiento estatal o con la salida de la Eurozona como las alternativas más probables. En tanto, el resultado de un voto positivo también es dudoso. Los ministros de finanzas han subrayado la importancia de los problemas de credibilidad que se derivarían de un acuerdo bajo un gobierno griego que ha reclamado un plan anti-austeridad como bandera política. En este sentido, vemos un cambio de gobierno y un gabinete de unidad nacional (posiblemente bajo una continua presión del sistema bancario) como el resultado más probable.
En conclusión, un nuevo capítulo de incertidumbre se ha abierto con la crisis de deuda griega, y es improbable que el próximo domingo tengamos mucha más claridad sobre el resultado final de esta historia. A menos que se cancele el Referéndum y se acepten los términos de los acreedores por parte de Grecia. Un segundo escenario sería que el Referéndum se mantenga, se celebre y Grecia acepte los términos. El consenso de mercado nos indica que Tsipras perderá y será obligado a dimitir a su cargo, ya que los griegos votarían más por permanecer del euro pero que las propuestas de reformas no serían aceptadas. Este escenario sería alcista para el euro y las acciones europeas. En el caso que el Referéndum se mantenga y Tsipras gane, sería muy bajista para el euro y el mercado accionario. El impacto político del corralito bancario y de los controles de capital sobre la economía jugará un rol importante en la elección popular. El grado de responsabilidad que el electorado cargará sobre el gobierno o los acreedores por los desarrollos recientes aún está por verse.
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