Nuevamente, la canadiense BlackBerry (BBRY) es noticia. Está a la deriva, tal como mencionamos en nuestro artículo del mes de julio -“BlackBerry (BBRY): entre la quiebra y buscarle una novia”-, en el que planteábamos una salida ante el fuerte deterioro de sus fundamentos y la imposibilidad de hacerle frente a la competencia en un segmento de negocios muy dinámico y cambiante.
Basta con ver el anuncio realizado el viernes 20 de septiembre: incluirá un rojo de casi mil millones de dólares en su próximo balance como consecuencia de mandar a pérdida el stock de su buque insignia, el Z10, cuyo stock fabricado nunca pudo ser despachado como la empresa deseaba. El celular simplemente no tuvo aceptación.
En momentos en los que el mercado de las empresas tecnológicas se debate con nuevos máximos históricos, un extraordinario rally de Facebook (FB) y lanzamientos tanto de Apple (AAPL) como de Samsung (S MSN LI), la compañía canadiense BlackBerry, productora de los teléfonos inteligentes homónimos, anunció su próximo deslistamiento.
No lo hará sola, ni hubo euforia en la bolsa. Es porque viene de la mano del fondo de inversiones Fairfax Financial Holdings Ltd., que hizo una oferta a todos los accionistas minoritarios a 9 dólares, con un precio apenas un 3% por encima del valor de cotización al cierre del día previo.
Las acciones de BlackBerry han caído 32% este año y un 56% desde sus máximos del mes de enero. Su valor de mercado retrocedió a 4.260 millones de dólares, desde un máximo 84.000 millones que alcanzó en 2008.
¿Seguirá la compañía enfocada en el segmento corporativo donde hasta no mucho tiempo atrás reinaba sola con un cuasi monopolio de celulares inteligentes que las empresas entregaban a sus empleados? ¿Cuál será la estrategia de la compañía para agregar valor? La empresa debería concentrar su energía en adaptar los nuevos usos del mercado y adaptarse rápidamente antes de morir en el intento de competir diferenciándose como antes, como la única empresa líder en el segmento corporativo, porque la migración ya se está dando.
¿O sus nuevos dueños le imprimirán una nueva estrategia? ¿Qué recibirán sus accionistas a cambio? Muchas preguntas y pocas respuestas a la hora de cerrar esta nota. Más aún, se duda que Fairfax vaya a poner plata en la compañía, lo que le otorga poco atractivo a la hora de aceptar la propuesta de venderle a 9 dólares las acciones que se tengan en cartera. Más aún, si uno quisiera después hacerlo, tendría un mercado mucho menos líquido para concretar la venta de las acciones debido a su inminente deslistamiento.
La empresa tiene muchas patentes y aún tiene 2.6 mil millones de dólares de cash y equivalentes, pero la velocidad a la cual está quemando ese capital es asombrosa. No se puede dar el lujo de seguir ganando tiempo porque el ciclo de conversión de activos de la empresa medido en días, de los últimos 5 años, ha ido bajando en forma preocupante en los últimos trimestres hasta los 55 días.
En julio dijimos que la situación financiera de la famosa empresa de teléfonos BlackBerry nos obligaba a pensar en dos escenarios posibles: la quiebra o la compra por parte de otra empresa. Y que nos inclinábamos por la segunda opción. La historia continuará…
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