Desde el año 1995 —en que asumiera la Presidencia Fernando H. Cardoso— hasta el año 2011 —incluyendo las 2 presidencias de Lula da Silva—, el Brasil creció en forma sostenida y logró un progreso extraordinario de inclusión social que sacó de la pobreza a 40 millones de brasileños. Al final de este ciclo virtuoso, había alcanzado el número seis entre las economías mundiales, superado a Inglaterra y se había convertido, junto a los otros países integrantes de BRIC, en un motor fundamental de la reactivación global para salir de la crisis iniciada en 2008.
A partir del 2011 comenzó a estancarse y encerrarse con sus principales socios regionales, Argentina y Venezuela, en un Mercosur que abandonaba sus aspiraciones de convertirse en un mercado común. Así marchamos, desde la unión aduanera “imperfecta” a partir del 1.° de enero de 1995, hasta retroceder al estatus de “zona de libre comercio muy imperfecta” actual. Continuar leyendo