El desalojo en Villa Lugano y la responsabilidad de “los que dan derechos”

En algún momento de los próximos días quizá se lleve a cabo el desalojo del predio en Villa Lugano, recientemente bautizado por los ocupantes como barrio “Papa Francisco”. Veremos en qué termina. Es difícil prever si logrará hacerse efectivo o no. Sea cual sea el resultado, de lo que quiero hablar es de los obstáculos que vienen poniendo al desalojo distintos referentes de la política. Me voy a referir a ellos como “los que dan derechos”. No es que dar derechos esté mal, pero en este caso pareciera que los derechos nunca conllevan responsabilidades ni deberes. El que da derechos tiene un antagonista histórico, que es el que quiere solucionar todo a los palos. Ambos, mal que les pese, se parecen mucho en que tienen respuestas de antemano para los problemas más delicados y dilemáticos del país. Cuando el que quiere solucionar todo a los palos dice “hay que reventarlos a todos y que se dejen de joder” el que da derechos dice “hay que integrarlos, no hay que reprimirlos”. Es obvio que nos gustan más los que dan derechos, es más lindo hablar de derechos que de palos, pero basta con que nos corramos un poco de ese lugar para notar que las respuestas prefabricadas, vengan de donde vengan, son solo cortinas de humo para no ver la complejidad real de los problemas.

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Bienvenido Partido de la Red

Hace 20 años había, entre comités del radicalismo, unidades básicas y locales partidarios varios, unos 55 por barrio. Los dirigentes se juntaban allí con militantes y vecinos. Tanto es así que quienes luego conformaban las listas de concejales de todos los partidos en muchos casos eran del barrio, o más bien de la “circunscripción”.

Estos locales partidarios permitían que dirigentes muy interiorizados con las problemáticas barriales accedan a la bancas de la Legislatura. Con el tiempo, ese ámbito de participación así como otros, fueron desapareciendo y la lógica de toma de decisiones se volvió cada vez más concentrada.

Basta ver los partidos más importantes de la Ciudad. Por ejemplo, nadie sabe quién va a estar en la lista kirchnerista. Básicamente porque la deciden en soledad los sureños Cristina y Zannini. Entonces, si del armado de la lista del Frente para la Victoria de Capital no participan ni el PJ, Frente Grande, PC y el resto de los partidos que lo conforman, imaginate qué incidencia puede tener el “barrio” en el asunto.

Por eso, quiero destacar la aparición del Partido de la Red. Si no sabés lo que es, acá te dejo el link. De tan simple, considero que es una iniciativa más que interesante. ¿Sabés por qué? Porque básicamente proponen que sean los vecinos los que les digan a los legisladores cómo votar. Así de sencillo.

Si te parece alocado, te voy a convencer muy fácilmente. Se crea una plataforma online. Allí sólo nos podremos inscribir todos los que vivimos en Buenos Aires. Te aclaro, será un sistema inviolable, con protocolos de seguridad parecidos a cuando pagas tus cuentas por homebanking.

Semana a semana se colgarán los proyectos de ley que se estén debatiendo y antes de cada sesión cada uno de nosotros podrá votar sobre cada cuestión. 

Es decir, no sólo te vas a enterar qué es lo que se está debatiendo en “tu” Legislatura, sino que además vas a poder aportar tu visión. Te registrás, votás y listo. El compromiso del Partido de la Red, entonces, es que si gana una banca, ese legislador votará como lo decida la gente. ¿No es una genialidad?

Escuché una infinidad de veces que internet era fundamentalmente la democratización de la información. ¿Y si la usamos para transparentar y democratizar la política?