Si te cuento que hasta hace una semana vos ibas a una comisaría a hacer una denuncia y el comisario no podía mandar al patrullero de tu barrio a perseguir al delincuente, ¿me creés? Si te cuento que la provincia de Buenos Aires tiene noventa mil policías, pero que de ellos sólo laburan menos de sesenta mil, ¿me creés? Si te cuento que según el municipio en el que vivas los jueces y los fiscales tienen o no una fuerza que investigue delitos complejos y narcotráfico, ¿me creés?
Mejorar la seguridad en la provincia de Buenos Aires ha sido uno de los compromisos que asumió la gobernadora María Eugenia Vidal. Con ese objetivo es que impulsó recientemente, junto con el ministro de seguridad Cristian Ritondo, importantes cambios en la Policía Bonaerense.
Esos cambios tienen tres grandes ejes: el primero consiste en unificar bajo la misma órbita a las unidades de patrullaje y las comisarías; el segundo, ordenar lo que dentro de la fuerza se llama “carpetas médicas”; y el tercero, implementar delegaciones departamentales de investigación judicial. Continuar leyendo