Julio de muertos e impunidad

Este sábado 18 de julio se conmemoró otro aniversario del sangriento atentado contra la asociación judía AMIA de Buenos Aires. Cinco días antes, el 13 de julio, también muchos tuvimos en mente y corazón el espanto del hundimiento del remolcador 13 de Marzo frente al Malecón de La Habana.

Ambos crímenes llevan 21 años de impunidad y cochina complicidad de los que ríen las sangrientas acciones de los tiranos Castro y las espantosas masacres de los terroristas iraníes; 21 años que vimos los cadáveres desmembrados en el número 633 de la calle Pasteur de Buenos Aires aquel 18 de julio de 1994; 21 años sin ver justicia, pero sí otra víctima: Alberto Nisman.

Van 21 años de la perversa indiferencia de esos que no sintieron absolutamente nada cuando Fidel Castro, el asesino más grande que haya engendrado este continente nuestro, mandó a hundir el remolcador 13 de Marzo donde setenta y dos desesperados seres eran condenados a morir por el mismo declarado crimen de tantos y tantos cubanos, quienes por más de 56 años solo han pretendido alcanzar la libertad. Van 21 años en los que no ha existido compasión ni para los muertos de la calle Pasteur de Buenos Aires, ni para los 41 cadáveres flotando en las aguas que bañan ese malecón de La Habana, tan cerca y tan lejos de la libertad… Continuar leyendo

Dieciséis años de abusos e impunidad

Caracas.- Dieciséis años de abusos e impunidad han cebado y dado absoluta confianza a esos facinerosos chavistas que de manera insaciable robaron y siguen robando en un saqueo, al que han llamado revolución, y que de tanto repetir que llegaron para quedarse se lo creyeron y ahora aúllan tratando de tapar el miedo con una baladronada que a las claras muestra que sus tiempos de libertinaje seguro llegan a su fin.

La prensa del mundo tiene un verdadero filón en ese saqueo que castrochavistas han hecho, saqueo que muestra que aunque son incapaces para crear progreso y felicidad para el pueblo, a la hora de robar son efectivísimos. Se conoce -y puede ser bastante más- que algunos venezolanos tienen en el exterior más de 350.000 millones de dólares de origen dudoso, y como la fortuna es una rueda que baja y sube, esa millonada ha sido detectada y esas leyes financieras que rigen en países desarrollados casi han eliminado el secreto bancario, tan útil para los pillos; y hoy la comunidad internacional puede husmear, precisar y congelar capitales mal habidos producto  del lavado de dinero derivado del terrorismo, la corrupción y el narcotráfico. Continuar leyendo

Complicidad e impunidad

Dije el domingo 18 de julio del año 2004 (se cumplirán 11 años) en el Club Hebraica de la ciudad de Caracas que hacía mucho, mucho tiempo, una de mis columnas de opinión del Miami Herald, periódico donde escribía para ese momento, llevó por título ¿Dónde están esas voces clementes? Una pregunta hecha a nadie en particular. Una pregunta hecha a un mundo cómplice, a un mundo con una moral tan pero tan sui generis, que pide paz desde países exportadores de violencia, que condena acciones contra terroristas, y que clasifica la muerte y el dolor de acuerdo a sus simpatías con los verdugos.

Me convocaron para decir, yo, una mujer venezolana, una periodista venezolana, que sentía –y sigue sintiendo- vergüenza ajena, la vergüenza de quien espera justicia y no la encuentra, de quien espera equidad y no la ve, de quien tiene el deber de suponer que la muerte como lenguaje político, que la muerte como ideología debe ser rechazada, debe ser perseguida, debe ser execrada. Que decir que Dios es un asesino es blasfemia de los santones que lo usan y matan en su nombre. Continuar leyendo