Otra más de Bergoglio

Jorge Bergoglio es un papa de posiciones cómodas y hasta cómplice de quienes no sacan sudores a los tiranos ni a los que buscan ver una Iglesia comunista. Así le entregó ahora a Evo Morales la Laudato si (Alabado seas), su primer documento pontificio sobre ecología, que por prudencia calificaré de light y que para nada incomoda ese pellejo sensible de los favoritos del diablo

 

El pasado 8 de julio, con motivo de la visita del papa Francisco a Bolivia, Evo Morales, irrespetando de manera asquerosa los símbolos cristianos, regaló a éste una cruz formada con una hoz y un martillo y en ella vuelto a crucificar Jesús.

Muchos incautos, y también muchos ignorantes, piensan que barbaridades así son espontáneas y sin segundas intenciones… Que caras de sorpresa no son parte del guión y la mise-en-scène. Desconocen que en los claustros Vaticanos, lo que menos campea es el azar.

Cuesta ver que hemos vivido para observar a un pontífice de la Iglesia, de los dos mil años, confraternizando con los que son parte de una ideología que ha causado al mundo más de 100 millones de muertos. Cuesta ver que se sepulta con vergonzantes complicidades a Achille Ratti, conocido como Pío XI y quien en el plano doctrinal fue un combatiente acérrimo del comunismo, condenando errores, crímenes y planes.

Aterra constatar como las oscuras fuerzas del mal rojo que buscan destruir a la Iglesia de Pedro, sepultan en el olvido la encíclica Divini Redemptoris, donde en 1937 Pío XI denunció al comunismo ateo y alertó con firmeza, después de ver horrorizado la intensidad de la persecución religiosa en España y en México, así como la terrible situación en Rusia.

“El comunismo bolchevique y ateo es la causa de que pueblos enteros estén en peligro de caer de nuevo en una barbarie, peor que aquella en que aún yacía la mayor parte del mundo al aparecer el Redentor”. Premonitorio pensamiento que Bergoglio ni nombra, como tampoco lo expresado también por Pio XI en su encíclica de 1931, la Quadragesimo anno, opción social a la lucha de clases, y que conmemora los cuarenta años de la encíclica Rerum novarum de León XIII, el segundo pontífice en alertar sobre la mentira comunista.

Fue Pío IX, o Pio Nono, el primero en alertar sobre el cáncer del comunismo. En su encíclica Noscitis et Nobiscum, de 1849, identificó al socialismo con un “trastorno absoluto de todo orden humano”. León XIII fue el segundo en advertir sobre el horror de una doctrina de odio, ateísmo y violencia, y su segunda encíclica Quod apostolici muneris (28 de diciembre de 1878) es vil que sea olvidada, como vil e interesada es la desmemoria sobre Santo Pio X y su encíclica Pascendi Dominici Gregis (8 de septiembre de 1907) que sin rodeos denunció a los enemigos internos, que conspiraban para desfigurar y finalmente, destruir la Santa Iglesia: “Los fautores del error se ocultan en el propio seno de la Iglesia, por así decir, en las propias venas y entrañas de ella”.

Casi 108 años después a Jorge Bergoglio le vemos convertido en el gran amigo de tiranos comunistas que han asesinado católicos, que han destruido el concepto de familia, que han trastocado en esclavos a los ciudadanos.

Cómplice, junto a Barack Obama, ha redimido los crímenes de Fidel y Raúl Castro tras más de 56 años de sanguinaria tiranía comunista y avala la mentira canalla de uno de sus príncipes, el cardenal Jaime Ortega y Alamino, asegurando que en Cuba no hay presos políticos.

Cómplice de Cristina Kirchner y sus alianzas siniestras y sus crímenes abominables. Cómplice de esos activistas comunistas escondidos tras el mentiroso parabán de una seudo teología de la liberación, condenada por Juan Pablo II y Benedicto XVI, y recibida ahora en el Vaticano con patente de corso y olvido a sus criminales objetivos.

Así le vemos abrazando a Raúl Castro, también como anfitrión de un neotirano llamado Nicolás Maduro y una mujer a la que llaman primera combatiente de una montonera roja que ha sembrado de cadáveres Venezuela e institucionalizado el odio como política de gobierno. Le vemos con Rafael Correa, déspota al que la prensa libre le da ira, la silencia y la persigue. A Evo Morales, un indio pleno de ambiciones y deseos de retaliaciones.

Jorge Bergoglio es un papa de posiciones cómodas y hasta cómplice de quienes no sacan sudores a los tiranos ni a los que buscan ver una Iglesia comunista. Así le entregó ahora a Evo Morales la Laudato si (Alabado seas), su primer documento pontificio sobre ecología, que por prudencia calificaré de light y que para nada incomoda ese pellejo sensible de los favoritos del diablo.

Duele y enerva ver a Jesús nuevamente crucificado. Ahora por Evo Morales y a Bergoglio lavándose las manos como un moderno Pilatos. Duelen y enervan tantas cosas… Complicidades, sórdidas intenciones.

Dice el dogma que Dios nos hizo a su imagen y semejanza, no honrar ese privilegio siendo críticos es pecado mortal.

Con un Papa cosi…

Me gusta revisar diariamente cuanto menos las primeras páginas de los diarios del mundo; en esa mi rutina, me topo en primera plana del Corriere Della Sera, este titular: “Con un Papa cosi potrei tornare cattolico”.

Esto lo dice el tirano cubano Raúl Castro, convertido en paradigma de la decencia, la apertura y la impunidad… Por cosas así no me gusta Bergoglio, me resulta el retrato de ese argentino pedante, teatrero, amoral que ha conducido a ese país magnífico a lo que es hoy… No me gusta Bergoglio como Papa, con sus debilidades izquierdosas, su doble moral y su caradurimo.

Caradurismo que ondea al recibir exultante a Raul Castro, un asesino, un tirano con más de 56 años en el Poder, ungido como “Jefe de Estado” por su gran hermano, porque para Fidel Castro, Cuba es su hacienda y deja de caporal a quien se le da la gana.

Y frente a ese titular que les refiero, sentí perplejidad, sentí rabia, y sobre todo una chocante sensación de irrespeto que no me calo ni de Bergoglio ni del carnicero Raúl Castro.

Con esa cara de borracho consuetudinario, el pequeño de los Castro patea no solo a los cubanos, nos patea a los católicos cuando con esa sonrisa del hampón que todo le ha salido bien dice: “…he leído todas las intervenciones del Papa, si esto sigue así volveré a la iglesia. Podría empezar a rezar a pesar de que soy un comunista”. A su lado se relame el que en ningún momento dedica un recuerdo a las decenas de jóvenes cubanos llevados a los paredones de fusilamiento y asesinados por éste que ahora –medio siglo después- se da el lujo de seguirse cagando en sus almas y en sus agónicos gritos de ¡Viva Cristo Rey!

Bergoglio va a Cuba, y en esa mazmorra se sentirá en casa. No verá a la disidencia, molestos personajes que no merecen el tiempo de un “Papa cosi…”. Bergoglio va a Cuba y quizá en un trío de oración, él, Raúl Castro y el infame colaboracionista Ortega Alamino, den gracias a un Dios manoseado e irrespetado por esa “Teología de la Liberación” que se inventaron en la KGB -como lo recuerda Javier Lozano  editor de Libertad Digital-  para destruir la Iglesia desde dentro, afirmación de Ion Mihai Pacepa, general de la inteligencia soviética que convenientemente cita. “Teología de la Liberación” que ya Bergoglio se ha encargado de resarcir de vetos y rechazos dentro del poder vaticano, porque simplemente, él es parte de ese plan, de ese cometido…

Una hora de encochinamiento bajo la mirada cómplice del primer ministro italiano Matteo Renzi que como a Hollande le importa un cuerno la libertad, la democracia, la justicia de ese pobre pueblo cubano al que ahora prostituirán más pero dentro de un “Concierto internacional” ávido de llegar a la isla mártir porque saben que hasta de un hueso se roe algo… Bergoglio, Obama, Renzi, Hollande incapaces de censurar el paraíso de la pedofilia turística del Caribe, de pedir justicia por los miles de cubanos asesinados y perseguidos por ese comunista cínico y burlón que le dice a ese Papa cómplice: “Usted es jesuita y yo también fui a una escuela jesuita”. Papa cómplice que se presta para que este asesino recuerde que al cura brasileño frai Betto -hoy flamante embajador de Brasil en Cuba- lo persiguió, encarceló y torturó la dictadura militar de su país, dictadura que duró 20 años (1964 – 1985) y que lo dejó vivo, cosa que no pueden decir los jóvenes cubanos que no quisieron plegarse al comunismo, que no puede decir Oswaldo Payá y Harold Cepero por nombrar algunos de los más de cien mil muertos que tienen en su haber Fidel y Raúl Castro.

Un Papa cosi… que le sabe a fruta que bajo la regencia del tirano menor, en la sufrida Cuba y en el lapso comprendido desde el 1 de agosto de 2006 al 15 de diciembre de 2013, hayan ocurrido 166  muertes y desapariciones de disidentes Que la detención arbitraria de críticos del régimen militar cubano se haya incrementado en los últimos años, dando pavorosas cifras como la de 2013 con 6.424 detenciones despóticas y 6.602 en 2012, frente a 4.123 en 2011 y 2.074 en 2010. Pero Bergoglio prepara viaje a Cuba, no se perdonaría ir al “Cruel Imperio” aunque por ahora lo gobierne el “Pana” Obama y no hacerles los honores a esos dos asesinos suertudos que un mundo de cómplices celebra.

“Con un Papa cosi…” y a pesar de él, igual sigo siendo católica pero no practicante de una liturgia amoral, perversamente relativista y cómplice. “Con un Papa cosi…” y un tirano convertido en gran demócrata disculpándome y con profundo asco y dolor tengo que decir que por sus burlas ¡Vaffanculo!