Desde el gobierno celebran la prórroga del pacto automotor con Brasil, aunque el mismo sólo se centró en la definición de un nuevo “flex” – que regula el intercambio del sector automotor libre de aranceles – más bajo que el vigente, a favor de Argentina. Esto ha permitido a las carteras de Economía e Industria “patear” los temas más sensibles para más adelante.
Sin embargo, el nuevo “flex”, claramente el aspecto más positivo del acuerdo, podría en realidad no tener ningún efecto a nivel sectorial sobre la golpeada industria automotriz.