Mucho se ha hablado antes de las elecciones presidenciales en Brasil, en las cuales triunfó Dilma Rousseff, sobre la continuidad de la principal economía latinoamericana en el Mercosur, lo que ha llevado a los países del bloque a repensar el esquema de integración regional actual.
El debate en ese país ha oscilado desde permanecer sin cambios hasta abandonar el Mercosur, pasando por un sinfín de transformaciones intermedias. La principal queja por parte de Brasil son los problemas en el intercambio comercial con Argentina de los últimos tiempos: un tema no menor para el resto de los países miembros del bloque regional.
Uruguay y Paraguay se encuentran siempre presentando reclamos por la posición asimétrica en la que están: al ser economías pequeñas suelen ser más abiertas al libre comercio que las más grandes que tienden a proteger sus mercados internos de mayor dimensión, y se encuentran en la encrucijada de no poder negociar por fuera del Mercosur. Por otra parte, Venezuela, el socio más nuevo del bloque, es el que menores problemas ha presentado por el momento. Continuar leyendo