La semana pasada se dieron a conocer los resultados de la “prueba PISA” y con ello se reavivó el debate acerca del estado de la educación en el país. Con estos exámenes se produce un informe comparativo que analiza el rendimiento de estudiantes de 15 años en ciencias, matemáticas y lecto-comprensión. Es llevado adelante cada tres años por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico) y actualmente evalúa a 65 países entre los cuales Argentina quedó ubicada en el puesto 59.
Lo primero que sale a la luz ante esta situación es la ausencia de debate en torno al sistema educativo. La Nación, las provincias, los partidos políticos y la sociedad civil rehuyen a la discusión sobre el estado de nuestras escuelas y universidades. Cuando surgen hechos incontrastables, como las tomas de los colegios o incluso la publicación de esta prueba PISA, el debate es pobre y generalmente apunta más a deslegitimar lo expresado por algunas voces que a entrar en el análisis profundo de lo que acontece. Discutimos nuestra Educación con anteojeras puestas.