La revolución industrial dio paso a la sociedad de la información y lamentablemente esta no espera a quienes no se encuentran preparados. Estamos inmersos en la sociedad del conocimiento y, por tanto, lo más importante para un país es la preparación de su capital humano. Los cambios tecnológicos de las últimas décadas determinaron que el crecimiento de un país dependerá del nivel de su fuerza laboral.
Estos cambios han afectado profundamente el mercado laboral y hoy, a diferencia de hace 30 años, están obligados a trabajar prácticamente todos los miembros de la familia, porque, en su gran mayoría, el empleo vitalicio ha desaparecido.
Existe una relación directa entre la situación de los hogares y sus ingresos con la situación del mercado laboral. Y este, a su vez, tiene estrecha vinculación con el nivel educativo de los trabajadores.
Está demostrado que quienes no tengan la preparación adecuada (basada en una educación de calidad), no estarán en condiciones de conseguir trabajo o, si logran tenerlo, será poco calificado, precario y mal remunerado. Además, serán en su mayor parte informales, por lo que el trabajador carecerá de vacaciones, aguinaldo, seguro médico y jubilación. Esta situación la vienen sufriendo miles de compatriotas que no tuvieron la suerte de recibir una educación adecuada, ni de terminar el secundario, requisito casi excluyente para conseguir un empleo decente en la Argentina de hoy. Continuar leyendo