En nuestro libro Economía Política Contrarreloj (Milei, Giacomini y Ferrelli Mazza, Ediciones Barbarroja), escrito en diciembre del año pasado, desarrollamos y adaptamos para la actualidad económica argentina un modelo de crisis de balanza de pagos diseñado por Krugman y Flood & Garber durante la década del 80. La idea es sencilla: en una economía con tipo de cambio fijo (o cuasi fijo) la emisión monetaria para financiar al fisco se traduce en una pérdida sistemática de reservas que, al alcanzar un determinado nivel, sufren una corrida especulativa que obliga a la autoridad monetaria a devaluar el tipo de cambio.
Así, teniendo en cuenta la demanda de dinero doméstico, el stock de reservas disponible y la explosiva dinámica fiscal, el modelo arrojaba ya en diciembre que el ataque especulativo estaba por tomar curso, lo cual quedó en evidencia en enero. Según datos oficiales, el BCRA cedió durante ese mes USD 2.851 millones, sin embargo si se descuentan los ingresos extraordinarios de YPF y Chevron (USD 2.000 Mn) como así también la colocación de títulos al complejo exportador (USD 2.000 Mn) y las importaciones “pisadas” por la autoridad monetaria (alrededor de USD 1.000 Mn), la pérdida relevante de reservas totaliza casi USD 8.000 Mn. Este número deja de manifiesto la magnitud del “ataque especulativo” el cual representa más del 40% de las reservas propias con que contaba el BCRA al cerrar el mes.