Maduro gana aire político para enfrentar la crisis económica. Con estos resultados, y sólo por un tiempo, el presidente venezolano podrá bajar la guardia en uno de los dos frentes más graves que lo cercaban: el de su validez como líder del PSUV. El chavismo logró, a fuerza de medidas demagógicas y mucho de “remolque” (como llaman en Venezuela el acarreo de votantes a las urnas, cuando no es obligatorio votar), imponerse a nivel nacional en las elecciones municipales del último 8 de diciembre.
El Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV) obtuvo 196 alcaldías, mientras que la Mesa de Unidad Democrática (MUD) ganó 53 y otros partidos ocho. La cifra de puestos obtenidos por el chavismo parece arrolladora, sin embargo el diseño institucional venezolano es mentiroso. Es que el oficialismo sólo obtuvo 500 mil votos más que la oposición. Desde que murió Hugo Chávez, el 5 de marzo de 2013, las dos elecciones que vivieron los venezolanos terminaron con márgenes estrechísimos. La polarización del país es evidente.