Es difícil a esta altura poner en duda que la innovación en el siglo XXI vendrá de la mano de Internet. En apenas 16 años nos cambió la manera en la cual accedemos a la información, la compartimos, la producimos e interactuamos con ella. También Internet está revolucionando la economía, actuando como motor y acelerador que permite a mercados emergentes como el nuestro, saltarse ciertas etapas de desarrollo y obtener una rápida participación en la economía global.
Si la primera ola de Internet la definieron los países centrales y las computadoras, esta nueva ola la definirán los países emergentes y los smartphones o teléfonos inteligentes. Los dispositivos móviles de hoy son más poderosos que las mejores computadoras de apenas unos años atrás. Hay personas que no van a pasar de una computadora de escritorio a un teléfono celular, sino de teléfonos celulares económicos a smartphones o tabletas con conectividad, sin nunca haber tenido una PC. Esto está dando lugar a un sinfín de oportunidades que las regiones emergentes pueden capitalizar para su crecimiento y desarrollo.
En este escenario, América Latina se encuentra en un punto de inflexión: la población conectada a Internet pronto superará a la población no conectada. Ya somos más de 300 millones de latinoamericanos conectados y nuestra región es la que más crece luego de Asia y África. El potencial de Internet se consolida al mismo tiempo que proliferan los puntos de acceso en forma exponencial, sobre todo a través de los dispositivos móviles.
Este espacio de oportunidad plantea también un interrogante: ¿estamos preparados para capitalizar este potencial? Debemos hacerlo, sobre todo, poniendo foco en los emprendedores. Buscando en nuestra región y en nuestro país, las mejores ideas para ayudarlas a que se transformen en jugadores importantes de Internet. ¿Por qué no podría acaso el próximo Google ser argentino? De hecho, América Latina ya es el destino favorito de las startups, con mercados como Argentina y México a la cabeza. Los emprendedores juegan un papel muy importante pero también todo el ecosistema que posibilita su desarrollo.
Las razones por las cuales en Argentina debemos poner Internet en el centro de nuestro desarrollo no son teóricas sino más bien prácticas y concretas. La consultora McKinsey incluyó a la Argentina entre 30 países cuyo crecimiento económico y utilización de Internet destaca por su potencial y estos países reúnen a la mitad de la población conectada del mundo. A nivel económico, si bien los estudios van mucho más lento que el avance de Internet, hay indicadores reveladores: en Argentina el aporte de Internet al PBI es más de lo que aportan los servicios públicos o la pesca, el equivalente a la industria de hoteles y restaurantes y cerca de la mitad de lo que aporta el sector de la construcción.
Debemos entender que el desarrollo de Internet en los próximos años va a suceder lejos de los países centrales y probablemente con el español como uno de los idiomas protagonistas. Esto coloca a nuestro país entre los que tienen las mejores oportunidades de liderar, con los dispositivos móviles como principal aliado, porque son este tipo de dispositivos los que abrirán la puerta de entrada a los próximos 1000 millones de usuarios de Internet.
Mobile Mobile Mobile
Si para el mercado inmobiliario la regla Location Location Location orientó a los líderes del real state, en la industria online Mobile Mobile Mobile es el mantra que está guiando a los emprendedores.
Muchos de los éxitos de emprendedores van de la mano de los móviles. Esta explosión ha hecho que el emprendedurismo esté cada vez más atado a los dispositivos que los usuarios llevan encima, y más aún en mercados emergentes. En Kenia por ejemplo hay más adopción de pagos a través de dispositivos móviles que en Kansas y en países de nuestra propia región la compra de entradas de cine a través de móviles ya es casi un commodity (con apps como CinePapaya en Peru y Cine+ en México a la cabeza).
La próxima generación de aplicaciones móviles está definiendo cómo los latinoamericanos accedemos a bienes y servicios, cosa que seguro haremos desde nuestros teléfonos.
En Argentina ya más de la mitad de la población encontró una herramienta útil en los smartphones (57%) y el 17% está usando Internet exclusivamente desde su teléfono, sumado a un 25% que usa Internet más frecuentemente desde su teléfono que desde su computadora. Incluso ya son 5 cada 100 los argentinos que realizan compras desde su teléfonos.
Argentina está capacitada para traducir estas oportunidades en beneficios concretos. Desde las macro políticas a los micro negocios. Desde el emprendedor, al pequeño empresario, pasando por estudiantes, docentes, organismos públicos a todos los niveles, todos tenemos en Internet un potencial para aprovechar y darle forma, porque somos protagonistas en moldear esta revolución hacia los próximos mil millones de internautas del mundo.