La línea aérea de bandera uruguaya Pluna reabrió su última etapa en 2007, un año antes de la expropiación de Aerolíneas Argentinas, y dio inicio a una experiencia interesante: una sociedad mixta, estatal-privada, con gerenciamiento privado.
Cinco años después, el 5 de julio de 2012, el gobierno de Mujica, presionado por la oposición y carente de capacidad y agudeza para observar la complejidad de la industria, sobre todo en el contexto uruguayo, tomó una decisión equivocada: cerró Pluna. Lo hizo sin plan de corto y mediano plazo que pudiera amortizar los costos que dicha decisión incluía. Tan negativa fue la decisión que a un año y medio de haberla tomado se llevó puesto al ministro de economía Fernando Lorenzo, producto de que el cierre de Pluna derivó en un caso para la justicia uruguaya.