Las consecuencias de la información divulgada por Edward Snowden, quien se desempeñaba en la Agencia de Seguridad Nacional de los Estados Unidos de América, es motivo de gran preocupación por las implicancias que tiene en la promoción internacional de los derechos humanos.
Como alguna vez señaló Cyrus Vance, ex secretario de Estado norteamericano durante la administración Carter, “no se puede defender los derechos humanos violándolos”. En ese sentido, como autoridad moral para intervenir y apoyar internacionalmente en favor de la defensa de los derechos humanos, los países democráticos deben primero garantizarlos internamente de manera ejemplar y en su política exterior actuar de la misma forma frente a todos los gobiernos represivos de las libertades fundamentales.