En todo el mundo asoma una nueva generación marcada irrevocablemente por la naturaleza colaborativa de internet y la influencia decisiva de las redes sociales. Conocida como la “Generación Y” -o simplemente “Millennials”- esta generación, integrada por los nacidos entre 1983 y 2000, está comenzando a dejar su huella.
En América Latina hay más de 157 millones de millennials, lo que comprende alrededor del 26% de la población total de acuerdo a un estudio reciente de la Organización Iberoamericana de la Juventud (OIJ). Se trata de un dividendo o “bonus” demográfico decisivo, tomando en cuenta que una población joven incrementa la productividad, empuja el consumo y el crecimiento económico. Los latinoamericanos deben aprovechar las ventajas de esta tendencia para potenciar el capital humano que representa esta generación. Para eso, sin embargo, los sistemas educativos regionales necesitan adaptarse.
El abordaje de los millennials hacia la escuela es único en el sentido de que son probablemente la primera generación nativa digital, que creció conectada e inmersa en la tecnología. De acuerdo con un estudio de Telefónica y el Financial Times, los millennials pasan en promedio seis horas diarias conectados a internet. El estudio, basado en más de 12.000 encuestas en 27 países, halló que los millennials latinoamericanos usan aún más internet, hasta 7 horas diarias.