La reunión anual que lleva adelante el Fondo Monetario Internacional (FMI) tuvo lugar en Lima el pasado 10 de octubre. La parálisis del crecimiento económico se tornó en una bomba en estado latente, a punto de explotar.
La titular del FMI, Christine Lagarde, instó a la audiencia al desarrollo de una nueva fórmula para un crecimiento más vigoroso que incluya políticas que permitan corregir los actuales resultados de recesión mundial. En este sentido, la cooperación es vital. Así, se pronostica para 2015 un crecimiento del PIB mundial de tan sólo 3,1% y de 3,6% para 2016. Se trata del ritmo más bajo en 6 años. En parte, se alega que aquello que golpea a las economías de América Latina es el parate en las potencias emergentes por la caída generalizada en la productividad y la falta de innovación debido a una población cada vez más envejecida.
Lagarde hizo hincapié en la afección de las perspectivas de crecimiento económico sustentada en transiciones relevantes que incluyen una posible subida de las tasas de interés en Estados Unidos, la desaceleración en China y el rápido descenso de los precios de las materias primas. Pese a ello, sigue al alza el crecimiento chino (6,8% para 2015 y 6,3% para 2016). Bajo este enfoque presentó tres ingredientes fundamentales en pos de un mejor crecimiento: políticas apropiadas, liderazgo decidido y cooperación a escala mundial. Continuar leyendo