Hace muchísimos años, más de los que quisiera recordar, en las escuelas argentinas era habitual que los alumnos pronunciaran como parte del juramento a la bandera, la frase: “Aquella que jamás fue atada al carro triunfal de ningún vencedor de la tierra”, cita que dejó de ser verdadera hace 33 años, al finalizar una contienda que se inició un día como hoy, 2 de abril, pero del año 1982.
Como es común a muchas personas que vivimos esa época, damos por sentado que todos conocen de una u otra manera, las vivencias, dolores, alegrías y decepciones que se vivieron en aquellos trágicos días de la guerra. Sin embargo, es bueno pensar que quizás los subcuarenta, es decir, quienes eran niños o aún no habían nacido en aquellos días, poco o nada sepan de aquel conflicto que nos marcó para siempre y que, en parte, fue responsable directo del advenimiento de la democracia. Continuar leyendo