Además de aumentar los costos laborales y reducir, por tanto, la demanda de trabajo, el proyecto de la doble indemnización es ridículo. Es ridículo porque lleva a extremos insostenibles.
Si se aprobara el proyecto por el cual las empresas deberán duplicar los montos indemnizatorios en caso de despidos durante los 180 días después de la sanción, nuestro país llegará al ridículo de que diez divorcios consecutivos sean más baratos que pagar las indemnizaciones.
Hagamos un supuesto doble. Por un lado, supongamos una empresa que inicia actividades con un capital de cien mil dólares (dólares, para hablar de una moneda fuerte) y capitaliza en forma acumulativa al 5% anual durante los primeros diez años de vida. Alcanzará el valor total, al cabo de diez años, de 162.889 dólares.
Supongamos que dicha empresa contrata el primer día a diez empleados, a los cuales les paga mil dólares (aproximadamente un salario industrial de 15 mil pesos). Supongamos que, al año diez, dicha empresa decide cerrar y pagar las indemnizaciones conforme al actual engendro que están proponiendo diputados y senadores de la oposición. Cada empleado de nuestro ejemplo debería recibir un sueldo por año, más los dos sueldos de preaviso. Doce sueldos. Multiplicado por dos, veinticuatro sueldos. Más uno de vacaciones y medio sueldo por aguinaldo ((10 + 2) * 2= 24 + 1 + 0,5= 25,5). Continuar leyendo