Después de un 2012 donde los países centrales tuvieron crecimientos reducidos, el uso de las políticas fiscales y monetarias expansivas de manera agresiva en el caso de Japón, un poco más moderadas de parte de los Estados Unidos, va permitiendo la recuperación. En el caso de la Unión Europea, en cambio, la imposibilidad de aplicar estímulos de política monetaria a causa del Euro lleva a un alarmante crecimiento de la deuda soberana.
El año pasado, Estados Unidos creció un tímido 2,2% y Japón un 1%. Europa continuó su recesión, con países con un pobre crecimiento cercano al 1% como Alemania y Gran Bretaña, y franca depresión como Grecia y España. La declarada utilización de estímulos keynesianos por parte del primer ministro de Japón, Shinzō Abe, está generando un aumento del consumo y la inflación, aun cuando el desempleo se ubica en el 4%. Incluso de China se espera un crecimiento del 7,75% debido a la potencia de su producción industrial.