En Salta los grandes terratenientes ya no necesitan esconderse para deforestar donde está prohibido. Aunque parezca increíble, el gobierno provincial autoriza desmontes a pedido: modifica la zonificación de las fincas establecida por la Ley de Bosques y todo queda prolijamente “dentro de la ley”. Donde antes era ilegal, ahora está permitido.
En una de las provincias con mayor nivel de deforestación del país, motorizada principalmente por la expansión descontrolada de la soja y la ganadería intensiva, ni siquiera una ley nacional es suficiente para proteger sus últimos bosques nativos.
Según datos de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, entre 1998 y 2002 la superficie desmontada en la provincia fue de 194.389 hectáreas; pero entre 2002 y 2006 se duplicó y alcanzó 414.934 hectáreas.