La hipótesis sobre el presunto homicidio del fiscal Alberto Nisman develada por el sitio de inteligencia israelí Debka, sea o no real, tenga o no asidero, en toda su extensión o en parte de ella, genera una serie de interrogantes que no pueden ser descartados bajo ninguna circunstancia en la investigación del hecho, y por otro lado, exige un inmediato cambio del fuero donde se lleva adelante la pesquisa.
En la nota citada, se menciona a un agente de inteligencia iraní, que tomó contacto con el fiscal Nisman hace más de cuatro años, un supuesto Abbas Haqiqat-Ju que le proporcionó documentación a Nisman relacionada con la responsabilidad del país persa en el atentado a la AMIA. Continuar leyendo