Vivir en armonía

Los hábitos alimentarios revelan el nivel de relación entre el cuerpo y la mente, y pueden determinar la calidad de vida de los seres humanos. Se habla mucho de lo positivo que es mantener una dieta adecuada, o sea, comer alimentos saludables, sólo los necesarios y, dentro de lo posible, respetar un horario.

A pesar de la propaganda, aún existen incrédulos que prefieren dar el gusto al cuerpo. Algo así como malcriar a un niño satisfaciendo sus antojos, sin tener en cuenta la educación futura. Por lo general, son personas que no dominan la mente, que se rinden cuando esta cae de rodillas ante los sentidos del olfato y el gusto.

Es cierto que se disfrutan segundos de inmensa felicidad, pero, a la larga, son solamente instantes que se transforman en años de pesadillas, porque crean la base para el exceso de peso, el colesterol alto, la diabetes, la presión sanguínea elevada y otras secuelas que también perjudican la actividad mental. Por esa razón, el cuerpo y la mente deben vivir en armonía, cuidarse y respetarse mutuamente. Lograr momentos de felicidad sacrificando calidad de vida nada tiene de ventajoso. Continuar leyendo

Mente y destino

En 2015 nos dejó, tras un accidente de tránsito, John Forbes Nash, el matemático norteamericano que inspiró la película Una mente maravillosa, ganadora de cuatro premios Oscar. Cualquier matemático de su nivel es digno de un filme, pero Forbes Nash sobresalió porque todos sus éxitos, entre ellos el Premio Nobel de Economía, los obtuvo afectado por la esquizofrenia. Es uno de esos ejemplos de cuánto puede lograr un ser humano si es capaz de controlar su mente.

Después de varios ingresos, decidió no tomar más fármacos y resolver por sí solo su enfermedad. Aprendió a vivir con alucinaciones, logró controlarlas o no las tuvo en cuenta cuando eran indetenibles. Hombres de su capacidad intelectual no hay muchos, pero su lección nos sirve a todos. ¡La fuerza mental es el escudo y la espada de la vida!

Es difícil mantener la mente fuerte, clara y estable en medio de la sociedad en la que vivimos. Nunca como ahora el ser humano fue blanco de una avalancha publicitaria tan estudiada y agresiva, que manipula gustos, cambia pensamientos y estimula emociones. Nuestro control mental —aun con la mente sana— vive bajo asedio permanente. Continuar leyendo