Rompe paradigmas, transforma tu vida

Una foto del papa Francisco recorrió hace poco las redes sociales y provocó innumerables comentarios. El líder de la Iglesia Católica aparecía soltando una alegre carcajada, rompiendo una vez más la tradición y alejándose de formas almidonadas impuestas durante siglos.

Es evidente que el Papa, con su risa contagiosa, diluye muchos esquemas. Como es de esperar, esto sucede con la aprobación de unos y la crítica de otros, una dicotomía común cuando se rompen paradigmas.

En su libro La estructura de las revoluciones científicas, el pensador y escritor norteamericano Thomas Kuhn apunta: “Romper un paradigma sería proponer modos de ver las cosas en contra de la forma tradicional y buscar soluciones fuera de lo considerado normal”. Muchos no aceptan nuevas formas de ver y enfrentar el mundo, se resisten a renunciar a pensamientos y hábitos establecidos y temen al cambio, a pesar de lo negativo que el inmovilismo implica.

¡Romper paradigmas es cambiar lo que puede y debe ser cambiado! ¿Qué hay de malo en una buena carcajada, aunque provenga de la autoridad religiosa más importante del mundo? ¿Qué pensamiento ético o estético sustenta la costumbre de esconder la felicidad? ¡Ninguno! Cuando rompemos paradigmas, vencemos temores, definimos nuevos caminos y nos alejamos de la rutina personal, social o laboral. Para hacerlo, debemos confiar en nosotros mismos y ser apasionados. Continuar leyendo

Poder y liderazgo

Mi columna “Equilibrio y liderazgo emocional”, publicada recientemente, suscitó algunos comentarios sobre las malas intenciones de ciertos líderes.

Es evidente que algunos seres humanos capitalizan los malestares económicos, políticos o sociales, se aprovechan del desencanto y logran acaparar la simpatía y el respeto de un grupo. Se caracterizan por ser personas con cierto carisma, así como por un discurso casi perfecto, con, aparentemente, ideas nuevas.

Ejemplos sobran en todo el mundo. Algunos obtienen un poder respetable y se dejan arrastrar por su fortaleza. Sin embargo, mientras más se embriagan de autoridad y se envanecen, más se alejan de las características reales de un líder. Liderazgo es servicio a los demás. Si comienza a prevalecer el autoritarismo, se esfuma completamente la virtud.

En estos días, el papa Francisco dijo en un foro, organizado por CNN en Español: “Un líder es buen líder si es capaz de hacer surgir entre los jóvenes otros líderes. Si un líder quiere ser líder él solo, es un tirano. El verdadero liderazgo es fecundo”. Continuar leyendo