El martes fue anunciado el acuerdo entre YPF y la multinacional yanqui Chevron, para explotar el yacimiento de hidrocarburos no convencionales conocido como “Vaca Muerta”. El día anterior el gobierno había decidido premiar a través de un decreto a todas las empresas que realicen inversiones en el sector energético mayores a los 1.000 millones de dólares, otorgándoles libertad para remitir utilidades a sus países de origen, permitiendo la exportación de un recurso estratégico fundamental para nuestra economía y permitiéndoles resolver cualquier problema judicial que pudiera ocurrir en un tribunal extranjero. Llama la atención la vigencia de las siguientes palabras de John William Cooke, con motivo del acuerdo con Chevron (en ese momento Standard Oil de California) promovido por Perón, que despertó resistencias dentro y fuera de su espacio político. “Combatí el proyecto petrolero. Por ejemplo los excesivos privilegios que se reserva la compañía extranjera en su proyecto, la falta de obligaciones concretas y compensatorias por la concesión buscada, el lamentable sistema de arbitraje, las prórrogas interminables del contrato”.
Argumentos de ayer y de hoy