#PanamaPapers: reacción a las legislaciones fiscales

Recientemente se conoció una filtración gigantesca de datos que recoge cómo miles de personas buscan ocultar su patrimonio armando sociedades offshore.

Los Papeles de Panamá, como se ha llamado a esta investigación conjunta de más de trescientos periodistas, ponen el ojo sobre un sinnúmero de personalidades que habrían utilizado la benevolente legislación fiscal de Panamá para defraudar al fisco o bien ocultar lo obtenido gracias a la corrupción.

A raíz de esto, me parece oportuno divulgar, como anticipo exclusivo, un extracto de mi próximo libro, Estrangulados, a publicarse este 20 de abril, en donde me refiero específicamente a esta cuestión.

A principios de 2015, Thomas Piketty, autor del famoso libro El capital en el siglo XXI, pasó por Buenos Aires. Además de presentar su obra, se tomó un tiempo para reunirse con la entonces presidente Cristina Fernández de Kirchner y también para compartir un almuerzo con Axel Kicillof y Alejandro Vanoli.

Consultado sobre el estado de la desigualdad en el mundo, Piketty cargó contra el enemigo de moda de nuestra época: los paraísos fiscales, esos “países que roban las bases tributarias de sus vecinos”. Continuar leyendo

Facebook y Twitter contra las creencias argentinas

Hace poco se conoció un estudio que revelaba la opinión que los argentinos tienen, en promedio, acerca de los compatriotas más ricos de la sociedad. Los resultados fueron alarmantes. Más del 40% de los encuestados respondió que para ser rico hay que ser corrupto o bien haber heredado la fortuna familiar.

Por el contrario, solamente el 16% indicó que la mayor fortuna dependía de la mejor educación y únicamente el 13% afirmó que ser más rico tiene relación directa con el esfuerzo personal.

La respuesta de la corrupción se entiende en un país como el nuestro. Gran parte de la dirigencia política combina, por un lado, un enorme patrimonio y, por el otro, cantidades industriales de denuncias de corrupción y enriquecimiento ilícito. Además, es innegable que existe un entramado empresarial que se enriquece gracias a licitaciones poco transparentes y los contratos amigos, lo que contribuye a la malversación de los fondos que el Gobierno toma de los contribuyentes.

En tanto, la percepción acerca de que la herencia es una de las principales fuentes de la riqueza es una mirada con amplio consenso no sólo en nuestro país, sino también en muchos ámbitos académicos a nivel mundial. El francés Thomas Piketty, de hecho, sostiene que vivimos en un mundo cada vez más desigual en el que los ricos se vuelven cada vez más ricos, ya que al ser poseedores de capital pueden invertirlo a una tasa de retorno superior a la del crecimiento de la economía. En este marco, la herencia de ese capital se convierte en una ventaja fundamental en el inicio de la “carrera” hacia la riqueza y el bienestar, lo que genera desigualdad entre los distintos competidores. Continuar leyendo