Los Comités de Defensa de la Revolución son un sistema de vigilancia que insta a agredir verbal y físicamente a los disidentes y se encarga de averiguar la procedencia de los bienes de las familias.
Cuando el barbudo guerrillero Fidel Castro, en la noche del 28 de septiembre de 1960, fundó un sistema de vigilancia colectiva en cada barrio, los Comités de Defensa de la Revolución (CDR), hace hoy 55 años, la sociedad civil en Cuba se derogó hasta nuevo aviso.
Ni siquiera la Alemania nazi de Adolfo Hitler, con un amplio historial de intromisiones sociales, tenía estructurado un sistema vecinal de cooperación con los servicios de espionaje del Gobierno.
Probablemente lo más parecido sean las temibles Camisas Negras de Benito Mussolini, un cuerpo paramilitar protagonista de numerosos episodios de violencia y agresión física o verbal contra sus adversarios políticos en la Italia de los años veinte del pasado siglo.
Pero con los CDR Fidel Castro amplió el campo de acción. Igual arman un linchamiento verbal a un disidente, denuncian a un vecino por sospecha de enriquecimiento ilícito, que participan en una campaña de vacunación infantil contra la poliomielitis o la recogida de materias primas. Continuar leyendo