Cuando Daniela, 19 años, asiste a su consulta de estomatología, además de llevarle a la especialista que le atiende un bocadito de jamón y queso y una botella de refresco, le entrega un billete de 10 pesos convertibles que la doctora agradece con gesto efusivo.
Ya va resultando raro que un paciente acuda a un turno médico y no le lleve un obsequio al médico. Depende el estado de salud, duración del tratamiento e interés que usted quiera le dispense su doctor.
En enfermedades graves, los regalos van subiendo de precio. El omnipresente bocadito se mantiene. Pero el agradecimiento se debe mostrar con cosas de más valor. O con dinero.