Para Josefina, 71 años, ama de casa residente en una barrida al sur de La Habana, primero Cristo, después Mandela. Estaba preparando la cena cuando escuchó en la radio la noticia de la muerte del Premio Nobel de la Paz 1993. “Tengo entre mis libros de cabecera una biografía sobre Mandela, la he leído tres veces. Cristo, Mandela y Martí son los tres hombres que por actitudes y convicciones yo más respeto”, cuenta mientras escoge el arroz para la cena. Las autoridades de la isla decretaron tres días de duelo nacional y el presidente Raúl Castro envió un mensaje de condolencia al presidente Jacob Zumba. En la misiva, Castro II señalaba que ‘de Mandela no se puede hablar en pasado’. Fueron declarados tres días de duelo oficial y la bandera izada a media asta en instituciones gubernamentales y unidades militares.
El canal 6 de la televisión cubana emitió un documental sobre la vida de Mandela, realizado por la cadena Telesur. Pasadas las 10 de la noche, colocó en pantalla el filme Invictus, con Morgan Freeman en el rol de Madiba. Si usted le pregunta a cualquier cubano, en una escala del uno al diez, sobre sus ídolos, muy pocos sitúan en la lista a un político moderno. La mayoría apuesta por artistas, músicos o deportistas como Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. Y es que en Cuba, como en gran parte de las naciones del mundo, los políticos están a la baja. Pero cuando se habla de Mandela ya es otra cosa.