Un viejo cuento dice: “Todos los días un hombre cruzaba la frontera con una carretilla llena de pasto. El guardia del puesto de control, sospechando que llevaba contrabando, revisaba afanosamente la parva de pasto pero no encontraba nada. Cansado de la rutina infructuosa y en la certeza de que el sospechoso pasaba ‘algo’, un día le propone dejarlo cruzar siempre, sin controlarlo, si le confesaba qué era lo que portaba de contrabando. Y el otro, aceptando la oferta, le contesta: Todos los días estoy pasando una carretilla distinta”-
Algo similar sucede con el tratamiento del presupuesto nacional; mientras observamos y debatimos los datos macroeconómicos y la obra pública, por otro lado, en el mismo texto, se encuentran eximiciones tributarias como las del artículo 23 y 24 del presupuesto nacional para el año 2015 en las que nadie repara. Continuar leyendo