Salta no es una isla

En la capital de Salta, el Partido Obrero alcanzó el 22% en las PASO provinciales; su distante seguidor, un romerista, sacó un módico 7%. En todo el interior tuvimos votaciones de dos dígitos, las mayores de nuestra historia política. En la noche del domingo, el gobernador Urtubey nos oficializó como el adversario político principal del régimen dominante y salió a pactar enseguida con el sojero Olmedo -el homófobo. Ya nos hemos lanzado para que nuestro candidato, Pablo López, se convierta en el primer salteño que llegue al Congreso Nacional con una plataforma obrera y socialista. Se corona, de este modo, un trabajo enérgico de delimitación política con el peronismo de Salta y de oposición resuelta -primero, al menemista Romero, y luego al kirchnerista Urtubey. Nos involucramos, con una posición socialista, en la experiencia de las masas de la provincia y, con este método, desarrollamos conclusiones comunes, que las urnas han reflejado a lo largo de la década.

Trayectoria

El Partido Obrero de Salta obtuvo su primera representación parlamentaria luchando contra Romero, el Menem salteño, desde las luchas docentes, la resistencia al desmantelamiento de YPF y las sacrificadas luchas de General Mosconi. Varios de nuestros militantes y dirigentes fueron encarcelados en esa lucha e incluso tuvieron que pasar a la clandestinidad -”en democracia”.

Continuar leyendo