El Gobierno de la provincia de Buenos Aires anunció un cambio en el régimen de calificaciones en la escuela primaria, que implicará la reinstauración de los aplazos para los alumnos de cuarto a sexto grado que tengan notas de 1, 2 y 3 puntos. También estableció la calificación “insuficiente” o “aún no satisfactorio” para los chicos de primero a tercer grado que no cumplan con los objetivos. La decisión fue adoptada por el Consejo General de Educación de la provincia por cuatro votos contra tres. Recordemos que las calificaciones numéricas habían sido eliminadas durante una reforma de septiembre de 2014, que eliminó los aplazos con el 1, 2 y 3. La medida había sido justificada como una forma de evitar la estigmatización, que, se decía, traían consigo los aplazos.
Como lo señalamos en aquella oportunidad, se trató de un aspecto más del populismo que caracterizó a la década despilfarrada; en este caso, el populismo educativo. Porque los sistemas de evaluación no tienen que ser siempre iguales y sería interesante cotejar la experiencia de los países más avanzados, pero no hace falta ser un experto para concluir que está mal que se pase de grado de cualquier manera. Continuar leyendo