Luego de los resultados del 25 de octubre se ha abierto un gran debate nacional. Se discute en los lugares de trabajo, de estudio, en las calles, en los bares, en las mesas familiares. ¿Qué hacer en el ballotage?
Por un lado, hay muchos de nuestros votantes que, haciéndose eco de la campaña del Gobierno, “Hay que evitar que gane la derecha de Macri”, se preguntan si no hay que apoyar a Daniel Scioli, aunque sea con la nariz tapada. A esos compañeros los invitamos a reflexionar.
El Gobierno nacional, con Cristina Kirchner y La Cámpora vino usando el fantasma de la derecha para hacer pasar con su doble discurso un “modelo” de ajuste y corrupción. Ajuste que se expresó en salarios por debajo de la inflación, en el impuesto al salario (ganancias) —que definió como “progresivo”—, en el pacto con la burocracia sindical oficial, en los acuerdos secretos con Chevron, Barrick y Monsanto y en los pagos de la deuda externa con el verso del desendeudamiento.
El kirchnerismo, mientras decía que defendía los derechos humanos, ponía a César Milani como jefe del Ejército y criminalizaba la protesta social. Esta política, lejos está de ser “progresista” o “nacional y popular”. Millones se expresaron contra este modelo de pobreza y corrupción (caso Ricardo Jaime, Lázaro Báez, Hotesur) el pasado 25 de octubre. Scioli representa esa continuidad. Hoy es la “nueva” cara del peronismo K, pero ya ha sido parte del Gobierno nacional todos estos años. Continuar leyendo