Dos tercios del activo del BCRA es deuda del Tesoro

Uno de los puntos modificados en 2012 en la Carta Orgánica del Banco Central fue la extensión de los límites para que el Estado nacional pueda colocar deuda a la entidad, a través de Letras Intransferibles y Adelantos Transitorios, cuyo monto prácticamente se duplicó en el transcurso de 2014. Así, el Banco Central puede otorgarle adelantos por una cantidad equivalente al 12% de la base monetaria (al 15 de agosto, el dato más reciente disponible, se situaba en $391.070 millones), más una cantidad equivalente al 20% de la recaudación de los últimos doce meses (que acumula unos $1,12 billones).

De esta forma, los Adelantos Transitorios en la actualidad tienen un límite de $270.928 millones, al sumar un máximo de $46.928,4 millones fijados por base monetaria y otros $224.000 millones por la recaudación. Según los últimos datos del BCRA, los Adelantos al Tesoro totalizan $217.950 millones y ya cubren el 80,4% de la capacidad prestable a Hacienda por este concepto, en un marco de déficit fiscal ascendendente.

Otra vía de financiamiento del Estado a través de la entidad que conduce Juan Carlos Fábrega es la colocación de Letras Intransferibles que pasan a integrar el activo del BCRA, a cambio de divisas para el pago de deuda. Se trata de títulos en dólares que no pueden negociarse en el mercado secundario y, por lo tanto, carecen de liquidez, condición que contradice al Artículo 33 de la Carta Orgánica, que estipula que “el Banco podrá mantener una parte de sus activos externos en depósitos u otras operaciones a interés, en instituciones bancarias del exterior o en papeles de reconocida solvencia y liquidez pagaderos en oro o en moneda extranjera”. Las Letras Intransferibles ascienden hoy a unos u$s42.900 millones, computados en el balance como 355.284 millones pesos.

Los Adelantos Transitorios y las Letras Intransferibles suman unos $573.234 millones (+92,4% respecto de diciembre de 2013), con lo que representan un 63,8% del activo de la autoridad monetaria, en 897.957 millones de pesos. Casi dos terceras partes del activo es deuda contraída por el Tesoro con el BCRA. A principios de año, estos dos ítems sumaban $297.934,4 millones y significaban el 41,2% del activo. Hasta 2010 no llegaban al 30 por ciento.

Si bien este año la Base Monetaria (billetes y monedas, cheques cancelatorios y depósitos en cuenta corriente) crece sólo 3,7% (unos $13.900 millones) respecto del final de 2013, un porcentaje muy inferior a la inflación acumulada cercana al 20% en casi nueve meses, la emisión de Letras y Notas del BCRA (LEBAC y NOBAC) se duplicó, de $110.547 millones a $221.076 millones, con el añadido del importante aumento en las tasas a pagar por estas obligaciones, que significarán en el futuro muchos más pesos volcados al mercado o bien tasas aún más elevadas para renovarlas.

La debilidad del balance del BCRA también se percibe en las reservas internacionales, que al 15 de agosto alcanzaban los u$s28.953 millones, unos $239.739 millones al tipo de cambio mayorista ($8,2803), apenas 26,7% del activo, y un monto que ya es equivalente a los Adelantos Transitorios ($217.950 millones) o a los títulos de deuda emitidos por el BCRA ($221.076 millones en LEBAC y NOBAC).

Toda la emisión del BCRA es para cubrir el déficit fiscal

El jefe de Gabinete Jorge Capitanich señaló el viernes 13 que el funcionamiento del sector público está “garantizado” y que “se cubre con superávit cuasifiscal”, es decir con el aporte al Tesoro nacional de las denominadas “rentas de la propiedad” que salen de las arcas del Banco Central y la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSeS).

La realidad desbarató el discurso del funcionario en apenas diez días: noviembre registró un déficit primario –previo al pago de deuda- de $6.678,7 millones, nueve veces más que en el mismo mes del año pasado. Se trató del segundo rojo fiscal del año, después de octubre (-$2.758 millones) y se prevé que diciembre será aún más deficitario por las fuertes erogaciones adicionales que debe realizar el Estado nacional para el cierre del año por pago del medio aguinaldo y cancelación de compromisos. “La dinámica del gasto público en noviembre se mantuvo en sintonía con lo evidenciado desde el comienzo del año, en el sentido que continuó creciendo a alta velocidad, ubicándose por encima a los ingresos genuinos, como lo es la recaudación de impuestos”, indicó un informe del IARAF, que dirige el economista Nadin Argañaraz.

La planilla de la Secretaría de Hacienda mostró que entre enero y noviembre el déficit primario alcanzó $2.581 millones, frente a un superávit primario de $6.670,9 millones en el mismo lapso de 2012, año que de todos modos concluyó con rojo fiscal primario de $4.374,9 millones al contabilizar diciembre. Está claro que desde hace dos años el Estado nacional no puede cubrir con sus propios recursos los gastos que requiere para funcionar.

Hacienda aclaró en el informe base caja de noviembre que el incremento del gasto se debió a la expansión de 38,9% interanual de las Prestaciones de la Seguridad Social por Ley de Movilidad jubilatoria (desde los $17.793 millones a $24.723,8 millones) y por el aumento del 47% para las Asignaciones Familiares y Universal por Hijo y Embarazo (desde los $10.085 millones a $15.177,9 millones). Estos son rubros muy sensibles y sobre los que indudablemente sería un error aplicar un recorte de partidas oficiales.

La cuenta es mucho más pesada cuando se contabilizan los pagos de deuda. El déficit financiero entre enero y noviembre contabilizó $38.856,3 millones, un 73% más que en once meses de 2012, a pesar de los extraordinarios giros del BCRA, la ANSeS o el PAMI, que enviaron al Tesoro $52.987,2 millones, sin los cuales el rojo hubiera saltado a 91.843 millones de pesos. “A juzgar por los recursos que el Banco Central destinó en noviembre para asistir al sector público y a las autorizaciones extraordinarias de gasto que tuvieron lugar también en ese mes, el déficit financiero (después del pago de intereses y antes del pago de capital) podría trepar a los $100.000 millones”, señaló la consultora Finsoport, que conduce el ex ministro de Economía Jorge Todesca.

En este sentido, es clave el rol del Banco Central, que resignó al Tesoro fondos por $30.964,6 millones entre enero y noviembre, más del doble que el año pasado. La emisión de pesos sin respaldo de reservas –que caen 29% o u$s12.600 millones en el año- fue de $29.494 millones hasta el 30 de noviembre, una cifra próxima a esos casi $31.000 millones que el BCRA le asignó al Tesoro. Es decir, que la expansión de la base monetaria se explica por completo con esos aportes adicionales.

El auxilio al fisco acelera el deterioro del patrimonio del BCRA, principal prestamista del Tesoro, que además carga con la tarea de proveer los dólares para pagar deuda. La situación no mejora este diciembre. En las dos primeras semanas del mes, la entidad emitió otros $19.295 millones, para llevar a la base monetaria a un récord de 356.104 millones de pesos.

“Para el cierre del 2013, es factible esperar un saldo negativo en las cuentas públicas, equivalente al 1,1% del PIB en el caso del resultado primario y del 2,4% en el resultado fiscal”, anticipa el IARAF. La suerte de la hoja de balance del Central, atada a la evolución del déficit del Tesoro, no será mejor: el Presupuesto 2014 contempla “rentas de la propiedad” por unos $84.485 millones para el año próximo.