Aunque hay economistas que pronostican una suerte de “veranito” hacia mitad de año, con reactivación de los indicadores en algunos rubros, la dilación en los acuerdos salariales disipa la expectativa de una fiebre de consumo para motorizar el crecimiento antes de las elecciones. En el mismo sentido, la presión oficial para cerrar las negociaciones paritarias en unos 10 puntos porcentuales menos que la inflación real acumulada en 2014 asoma como el principal obstáculo para que los ingresos puedan acercarse al poder de compra de doce meses atrás.
Si bien el ministro Áxel Kicillof se esforzó en aclarar que el Gobierno no impuso ningún “techo” a la negociación entre gremios y empresarios, reiteró que “está muy bien” un 27% de incremento salarial este año. “Hay sindicatos que han mirado las variables y han hablado de esa cifra aproximadamente. Y está muy bien que lo hagan”, explicó, pues según su visión “claramente hay una desaceleración de los precios“. En declaraciones Radio del Plata, el jefe del Palacio de Hacienda argumentó que “en este marco hay que cerrar las paritarias. Y si se reconoce que la inflación este año va a ser 7 ó 10 puntos porcentuales menor que el año pasado, deberían discutirse con este panorama”.
Sin embargo, un reporte de Management & Fit advirtió que “la escasa credibilidad del Gobierno dificulta la coordinación de expectativas” y subrayó la dificultad de una economía que “continúa con el ‘termómetro’ averiado a pesar de los cambios en el IPC oficial”.
Según el índice Congreso, que promedia una serie de mediciones de inflación de instituciones privadas y algunos organismos estadísticos provinciales, entre marzo de 2014 y marzo de 2015 los precios minoristas acumularon un alza de 29,81%, mientras que el INDEC registró una tasa anualizada de 16,5 por ciento. En la medición a abril pasado, la inflación oficial acumuló un aumento interanual de 15,5% en el IPC Nacional Urbano, mientras que en dicho período la consultora Elypsis, que dirige Eduardo Levy Yeyati, apuntó un incremento de 25,2 por ciento.
Aún cuando las mediciones privadas también detectaron una desaceleración inflacionaria, estas cifras no reflejan la demanda sindical, que toma en cuenta la evolución de precios registrada a lo largo de 2014, que en 12 meses trepó a 38,5% según el índice Congreso, a la vez que el sitio Inflación Verdadera calculó un acumulado en todo 2014 de 38,58 por ciento. El INDEC sumó apenas un 23,9 por ciento.
El ex viceministro de Economía Jorge Todesca resume que “finalmente, la inflación persistente introdujo el consabido deterioro en el poder de compra de los salarios”. Un informe de su consultora Finsoport detectó que en el período 2003-2012 hubo un fuerte aumento del salario real que alcanzó en términos generales un 41% a fines de 2011. A partir de las restricciones impuestas por el gobierno de Cristina Kirchner al mercado de cambios, “en el período 2012-2015 el salario real se mantuvo estancado, con períodos de descenso, y a marzo de este año arroja una contracción del 1,3 por ciento”.
El estudio de Finsoport agrega que “a este estancamiento del salario en términos de su poder adquisitivo se suma la incidencia creciente que ha tenido sobre una amplia franja de asalariados la no actualización del mínimo no imponible del Impuesto a las Ganancias, que se mantiene en los niveles de 2013”.
En ese línea, Eduardo Fracchia, del IAE Business School, recordó que “durante varios años la inflación estimuló el gasto de los hogares como reacción a los escasos incentivos al ahorro, pero eso tiene un límite cuando el salario real experimenta caídas significativas”. Además, estimó que “nada indica que la inversión vaya a recuperarse en 2015”, otra condición necesaria para retomar una senda de crecimiento. Estudios privados como el Índice General de Actividad de la consultora Ferreres & Asociados muestran que el PBI acumula cuatro trimestres consecutivos con una caída superior al 2% interanual, por cuanto las posibilidad de una reversión del proceso de moderada pero extendida recesión económica todavía no está en el horizonte cercano.