Se despereza el dólar al calor de la puja electoral

El dólar informal volvió a la primera plana después de meses de quietud: la mayor provisión de divisas que inyectan la AFIP y el Banco Central empieza a perder efecto para congelar la cotización en el mercado paralelo.

Los ahorristas que adquieren dólares dejan de vender en el mercado “blue” a medida que se aproximan las definitorias elecciones primarias del 9 de agosto y las presidenciales del 25 de octubre, con probable ballottage el 24 de noviembre. Optan por atesorar y dejan desprovisto al marcado negro; a falta de mercadería, los precios suben. “No hay corrida cambiaria, sino turbulencia con el dólar por temor de la gente a que haya una devaluación y se vaya a descapitalizar”, explicó el economista Jorge Todesca, de la consultora Finsoport.

El dólar paralelo avanzó hasta los $14,22, su precio más alto del año, con un incremento de 6,1% en julio, aunque con un modesto 1,2% desde el cierre de 2014, a 14,05 pesos. En el mismo lapso el dólar oficial ganó un 6,9% en el mercado mayorista (de 8,555 a 9,1475 pesos en seis meses y medio) que apenas moderó el profundo atraso cambiario.

El mercado minorista quedó partido en dos al atrofiarse el flujo por ese canal que comunica las operaciones formales con las informales, en busca de un arbitraje que dejó una inmediata ganancia entre 30 y 40 por ciento en pesos en el primer semestre. Esa divergencia se tradujo en una mayor brecha de precios, ahora claramente por encima del 50 por ciento.

En 2015 la incidencia de la intervención oficial sobre el dólar fue muy efectiva si se observa que el billete paralelo tocó un máximo histórico de $15,95 el 24 de septiembre del año pasado. De hecho, a fines de mayo llegó a pactarse en torno a 12,60 pesos.

El ex presidente del Banco Central Martín Redrado advirtió que “la calma cambiaria comienza a esfumarse” debido a “las inconsistencias de la política cambiaria y monetaria”. Esa tensión se relaciona con una serie de fundamentos que habían perdido peso por la inundación de dólares oficiales, pues en lo que va del año la AFIP autorizó ventas para atesoramiento por u$s3.341,9 millones, un 12,7% más que en todo 2014.

Inflación, elecciones y emisión

La referencia más clara es la inflación. Si en el primer semestre del año los precios de la economía acumularon un aumento promedio entre 6,7% (INDEC) y 11,8% (inflación “Congreso”), el reciente repunte del “blue” es apenas un movimiento de corrección. En una comparación interanual el índice Congreso sumó en doce meses un 27,9%; el IPC del INDEC, un 15%, mientras que la divisa en el mercado informal subió 16,3% desde mediados de julio del año pasado.

Otro motivo para explicar el alza del dólar marginal es el salto de precio de los activos financieros argentinos, que al avanzar en pesos también presionan al alza a la cotización del dólar que se deduce por sus precios en el exterior. El llamado “contado con liquidación” sube un 32,2% en doce meses (de $10,04 a $13,29) y un 14% en el transcurso de 2015. Solo en julio el “liqui” gana un 3,3% que le pone un piso al valor del “blue”, pues la brecha entre ambos es sólo de 7 por ciento.

Rodrigo Álvarez, director de Analytica, identificó tres factores que apuntalan al dólar informal. “Uno de ellos es la proximidad de elecciones, que genera incertidumbre. A los argentinos les gusta llegar con ahorros dolarizados”, explicó. “A eso hay que sumarle algunos focos de desconcierto por las idas y vueltas con algunas modalidades como el ‘contado con liqui’ y el dinamismo entre reservas y Base Monetaria, porque los pesos en circulación están creciendo a un ritmo que no acompaña al stock de reservas”.

Los agentes de la plaza cambiaria siguen de cerca este precio “teórico” del dólar obtenido al dividir los pesos de la Base Monetaria (billetes, monedas, depósitos a la vista y cheques cancelatorios) por el nivel de reservas internacionales en el Banco Central. Al cierre de 2014 se obtenía un dólar de “convertibilidad” de $14,62, mientras que con datos al 14 de julio último se situaba en 15,29 pesos, con una Base Monetaria récord de $517.340 millones y activos líquidos del BCRA por 33.837 millones de dólares.

Reservas y Base Monetaria serán dos variables protagónicas en la transición presidencial. La primera se mantiene estabilizada cerca de los u$s34.000 millones por el préstamo de yuanes del “swap” con el Banco Central de China, que cálculos privados estiman por encima del 20% del total de activos internacionales, cuando falta el pago de Boden 2015 por u$s6.200 millones el 3 de octubre. La segunda acelerará su aumento hacia fin de año, a la par de las necesidades de financiamiento del sector público.

La inflación renueva la presión sobre el dólar

La mayor parte del esfuerzo que realizó el BCRA para reducir en los últimos meses el atraso cambiario está siendo consumido por la inflación, que se estabiliza en un 2% mensual, el ritmo que promedió durante todo 2013.

El dólar mayorista o interbancario, referencia del comercio exterior, se ubica en 8,145 pesos. En este mercado interviene el Banco Central para sumar divisas a sus reservas o bien para proveer de dólares cuando la oferta exportadora es escasa. De ese modo regula el precio, en un marco de “flotación administrada”. Esta cotización avanza en el año 24,8% (desde los $6,523), con un incremento que se concentró en los últimos días de enero, y la ventaja inicial que consiguió respecto de la inflación general se debilita con el paso de los meses.

Entre enero y mayo la inflación acumulada según el índice Congreso -un promedio de estimaciones de diversas instituciones que difunden legisladores de la oposición- llegó al 18,06 por ciento. Distintos estudios señalan que en junio se situó en torno al 2%, lo que deja para los primeros seis meses del año un acumulado del 20,4 por ciento. El IPC-CABA, que elabora la Dirección de Estadísticas del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires en base a precios en ese distrito, acumuló un 22,6% entre enero y junio.

En la medición interanual, el dólar mayorista avanzó un 50,6%, por cuanto la devaluación oficial todavía da un margen de maniobra al Banco Central para no precipitar un salto de la cotización de la divisa, aunque la progresión del promedio de precios acorta los tiempos y es improbable que el Gobierno pueda eludir otro ajuste del tipo de cambio antes de fin de año.

Según la consultora Elypsis, que dirige Eduardo Levy Yeyati, “a un año corrido nuestro índice de precios al consumidor registra un aumento de precios acumulado de 40 por ciento. Según los resultados del último relevamiento, se refuerza nuestro pronóstico de una inflación de 35% para 2014”. El IPC-CABA acumuló entre junio de 2013 y junio de 2014 un 40,2 por ciento. Para el sitio Inflación Verdadera, en doce meses la suba de precios minoristas fue de 39,7%, y de 21,19% sólo en el primer semestre de 2014.

Mientras la autoridad monetaria procura estabilizar al dólar en un delicado nivel de equilibrio que no atente contra las exportaciones y a la vez no destruya las importaciones necesarias para sostener la actividad, debe atender la parte que le toca en cuanto a inflación, debido a que la suba de tasas para absorber la liquidez excedente de pesos ejerce una influencia contractiva en la economía que le baja la fiebre a la remarcación de precios. “Está claro que la política monetaria absorbiendo pesos con deuda (LEBAC y NOBAC) es una aspirina, un paliativo. Acá, el verdadero remedio contra la inflación, que es bajar el déficit fiscal, está ausente”, sintetizó Rodolfo Santangelo, de M&S Consultores, en diálogo con InfobaeTV.

Todavía no es oportuno definir si la inflación se está desacelerando, como afirman desde el Palacio de Hacienda, puesto que si bien en el segundo trimestre moderó su ascenso respecto del primero, esta tendencia se replica todos los años por factores estacionales. El turismo y la mayor cantidad de dinero circulante por el cobro del medio aguinaldo y las bonificaciones de fin de año impulsan los precios en enero, mientras que el retorno a clases de marzo incide en rubros sensibles como educación e indumentaria.

“En definitiva 2014 y 2015 serán años para enfrentar diversos escenarios con la evolución del dólar oficial y blue. El valor ideal de equilibrio del tipo de cambio quizás hoy esté cerca de 9,5 pesos. Un primer escenario es el que plantea que seguirá un proceso gradual de devaluación al ritmo de la inflación que dejaría un dólar cerca de $9,3 a fines del 2014”, evaluó el economista Eduardo Fracchia, del IAE Business School. Por ahora, la escalada de precios le pone más presión al dólar y recién en diciembre quedará claro si la fuerte devaluación que impulsó el Gobierno tuvo algo más que un efecto nominal para cubrirse de una inflación a la que, en términos reales, apenas iguala.