Merval: récord y resistencia

La Bolsa de Buenos Aires exhibe en el 2015 extraordinarias cifras ganadoras y es una de las que más sube en el mundo. El mercado local capturó los beneficios de las expectativas por eventuales cambios políticos en las próximas elecciones, así como las altas tasas de retorno que ofrece la Argentina a los inversores, ante las necesidades de financiamiento del sector público. A su vez, la inflación doméstica y la reciente recuperación del petróleo contribuyeron a motorizar esta estampida en las valuaciones.

La semana pasada, el índice Merval alcanzó un récord histórico intradiario en torno a los 12.600 puntos, apuntalado por los precios internacionales del crudo, en un segundo trimestre del año en el que el este commodity lleva las riendas del mercado, debido a que determina el valor de las empresas de mayor ponderación en el panel: Petrobras Brasil, YPF y Tenaris (proveedor global de tubos sin costura para esta industria).

El panel líder acumula una ganancia promedio en pesos de 42,3% en 2015, desde los 8.579 puntos del cierre de 2014 a los actuales 12.205 puntos. Con una suba del dólar oficial de sólo 4,4% en el año, desde 8,5525 a 8,9275 pesos en el mercado mayorista, la inversión en acciones permitió beneficios cercanos al 40% en dólares en menos de cinco meses. Medido en moneda norteamericana, al dividir la puntuación del Merval por el tipo de cambio implícito en la operatoria bursátil (“contado con liquidación”, hoy a $12,07), el panel líder se afirma en un máximo histórico superior a los 1.000 puntos.

Con heterogeneidad, esa evolución se percibe en las cotizaciones de las acciones argentinas en Wall Street, negociadas a través de certificados ADR (sigla en inglés de American Depositary Receipt). Grupo Financiero Galicia acumuló ganancias de 33% en Nueva York durante 2015; YPF subió 13,9%; Edenor, 59,3%, y Pampa Energía, un 63,4 por ciento. Banco Francés (+35,3%), Banco Macro (+22,8%) y la brasileña Petrobras (+33,4%) también subieron con fuerza, mientras que Tenaris y Telecom apenas se mantuvieron en zona positiva en el año.

Esta inigualable capitalización producida en poco más de cuatro meses y la actual estabilización del barril de crudo en u$s60 pusieron cierto límite al rally alcista del Merval en esos 12.600 puntos que también sondeó en septiembre pasado. Si hubo un fuerte posicionamiento en activos argentinos en el último año, ahora es momento para la cautela o, al menos, una pausa selectiva, pues no hay números macroeconómicos que susciten semejante progreso en el valor de las compañías cotizantes, más cuando el desenlace de los comicios presidenciales y las directrices económicas del año próximo son todavía una incógnita.

El Gobierno procuró en el año electoral una estabilidad inducida para el dólar, que direccionó un elevado volumen de pesos a las acciones y los bonos. Por eso, la caída a la mitad del monto operado en las últimas jornadas es reflejo del actual período de prudencia. La elevada inflación fue otro condicionante que apuntaló la secuencia de escalada de precios de los activos, buscados como refugio de valor. La Bolsa respondió a este proceso inflacionario con un salto de cotizaciones, pero éste no reemplaza los fundamentos reales.

Los agentes de la plaza porteña también supieron aprovechar la novedad del endeudamiento en moneda extranjera encarado simultáneamente por el Tesoro nacional, YPF y el Banco Central, con el Bonar 2024, la emisión de Obligaciones Negociables y el “swap” con el Banco Central de China, respectivamente. A cambio de una elevada tasa cercana al 9% anual, estas instituciones estatales captaron en los últimos seis meses el equivalente a unos 8.000 millones de dólares. Los operadores observan en esta inyección de liquidez un flujo imprescindible para sostener importaciones y darle dinamismo a la actividad económica que, en el mismo sentido, revitalizarán las ganancias corporativas.

Diez buenas noticias para el corto plazo

Mucho se abundó en los últimos meses sobre los desequilibrios que lega el gobierno de Cristina Kirchner a su sucesor: déficit fiscal, atraso cambiario, Banco Central descapitalizado y endeudado, default selectivo, inflación de dos dígitos, estadísticas fraguadas, una intrincada trama de subsidios, “cepo” cambiario, entre otros puntos conflictivos que condicionarán la economía en los próximos años. Más allá de los pesados problemas que el Gobierno se esmera en “heredarle” al próximo Presidente, en los últimos días se sucedieron varias novedades en materia financiera que permiten delinear una transición política sin convulsiones, aún con la economía en recesión.

En el listado de 10 buenas noticias que los mercados financieros traen a la Argentina para el corto plazo hay que enumerar:

1) Emisión de Bonar 2024. Después del fracaso de la colocación de diciembre (menos de u$s300 millones), el Tesoro obtuvo del mercado unos u$s1.400 millones, una revancha frente al fuerte obstáculo que impone el fallo del juez Thomas Griesa en EEUU. Argentina deberá pagar tasas muy elevadas, de 8,9% anual en dólares, por encima de las que se le exigen a otros países de la región como Brasil (3,5%), Chile (1,8%), Paraguay y Uruguay (4%) o Bolivia (5%). Esa inyección de dólares caros es, de todos modos, un alivio para contener tensiones cambiarias.

2) Colocación de deuda de YPF. La petrolera YPF emitió u$s1.500 millones en bonos a diez años, bajo ley de Nueva York, a una tasa de interés fija de 8,5%, levemente inferior a la colocación soberana. Además del bienvenido ingreso de divisas en las próximas semanas, el aval del mercado a la petrolera es imprescindible para reactivar el programa de inversiones de la empresa más grande del país, en medio de un déficit energético cuya fecha de caducidad es una incógnita y un lastre para los próximos años.

3) Reservas en alza. Los activos internacionales del Banco Central se sostienen sobre los u$s32.000 millones, una cifra apreciable, aunque a cuenta de ingresos por emisión de deuda soberana y corporativa a elevadas tasas o préstamos como el “swap” con el Banco Central chino y divisas de los bancos de Francia y Basilea. Estos fondos ayudan a dispersar en lo inmediato las expectativas devaluatorias y permiten flexibilizar la restricción a las importaciones, el principal escollo para el crecimiento de la actividad industrial. También apuntalan las reservas los dólares que no están cobrando los acreedores de deuda reestructurada debido al default selectivo que ya lleva nueve meses.

4) Caída del déficit energético. La impresionante baja de los precios internacionales del petróleo y, en menor medida, la caída de la actividad económica local, posibilitan una reducción a la mitad del rojo de la balanza energética, que en 2014 superó los u$s8.000 millones, en un año en el que languidece el superávit comercial argentino. El barril de crudo se aproximó a 60 dólares, su valor más alto de 2015, aunque un 44% por debajo de la cotización de 12 meses atrás.

5) Cosecha récord. El clima favorable habilita para la presente campaña una producción agrícola récord en Argentina. Los importantes rindes globales presionan a la baja los precios, que aún se aferran a niveles elevados en la comparación histórica. El Ministerio de Agricultura y la Bolsa de Cereales de Rosario coincidieron en cifrar en 59 millones de toneladas la cosecha de soja 2014/2015, cuya recolección concluye en julio. La oleaginosa es en la práctica sinónimo de dólares, pues se exporta casi en su totalidad como granos o derivados industriales (aceites, harinas, residuos). Aún con una sensible pérdida de valor en soja (-33% interanual), maíz (-26%) y trigo (-28%), el agro garantizará este año ingresos anuales en torno a los 20.000 millones de dólares.

6) Dólar estable. El Gobierno utiliza el atraso cambiario como instrumento para contener la inflación y, en la medida que el ingreso de dólares a las arcas del BCRA lo permite, libera divisas para importaciones, atesoramiento y turismo. Las ventas de dólar “ahorro” también ponen un techo al precio del dólar “blue”, que cede 9% desde que empezó el año. Con alta inflación, Argentina se encarece a través de esta “apreciación real” del peso frente al dólar, pero consigue una calma cambiaria que es inusual en períodos electorales y despeja por el momento la inquietud por una pronta devaluación.

7) Rally del Merval. En 12.400 puntos, el indicador líder de la Bolsa de Comercio se ubica en un puntaje cercano a su máximo histórico (12.593 puntos, el 29 de septiembre de 2014) que significa, desde la percepción financiera, un respaldo a los activos argentinos a través del valor que les atribuyen. Al dividir los 12.409 puntos por el dólar implícito en transacciones bursátiles ($11,89 del “contado con liquidación”) queda un Merval por encima de los 1.000 puntos medido en dólares, un registro sin precedentes. Es clara la apuesta de los traders e inversores por un giro en la política económica a partir de 2016 que promueva el ingreso de capitales, pues el mercado se adelanta y alimenta de expectativas además de operar según datos de coyuntura.

En el exterior, los precios en dólares de las compañías argentinas se mantienen firmes gracias al potencial que se les observa en el futuro más que a sus balances trimestrales. En 2015 el ADR de Grupo Financiero Galicia gana en Wall Street un 46%; YPF, un 13,9%; Tenaris, 3,9%, y Telecom, un 11 por ciento.

8) Balance de Petrobras. La empresa brasileña es hoy la que mayor peso tiene en los negocios de la Bolsa de Buenos Aires, de acuerdo a los montos operados en este título en los últimos meses. A partir del balance auditado de 2014, la acción muestra una importante evolución, después de haber tocado un piso en 12 años, e influye positivamente en el Merval.

La estatal brasileña informó una pérdida de casi u$s7.200 millones el año pasado, de los cuales unos u$s2.100 fueron atribuidos a hechos de corrupción. El avance de la Justicia brasileña sobre los responsables de maniobras de fraude y lavado y el reconocimiento del verdadero rojo en el balance animaron a los inversores a reposicionarse en un papel muy castigado. En Wall Street repuntó 99% desde su valor mínimo del 13 de marzo, de 5,01 a 9,99 dólares. En Buenos Aires subió en ese lapso un 96,5 por ciento.

9) Se recupera el real. La cotización de la divisa brasileña es vital para el comercio exterior argentino, pues el socio del Mercosur es el principal demandante de exportaciones argentinas. Una mejora en la actividad económica del país vecino y un ajuste de la tasa de cambio que favorezca a la Argentina siempre potencian las ventas de manufacturas argentinas y contribuyen a reducir el déficit en el comercio bilateral. Basta mencionar que nueve de cada diez autos exportados por Argentina se dirigen a Brasil, que demanda la mitad de las unidades ensambladas en las terminales locales. Después de dos meses, el dólar cayó esta semana debajo de los 3 reales. La moneda brasileña se devaluó 10,1% respecto del dólar norteamericano en el transcurso de 2015, pero rebotó casi 6% en los últimos 30 días.

10) Wall Street, en positivo. Las ganancias de las acciones en los EEUU son un indicador favorable para la Argentina, pues son señal de que la Reserva Federal no apurará el incremento de tasas de referencia o bien comenzará a aplicarlo muy gradualmente. En 18.080 puntos, el Dow Jones de Industriales está cerca de su techo histórico de 18.288 enteros del pasado 2 de marzo, mientras que el Nasdaq tecnológico batió su récord el viernes. La suba de tasas es el principal fundamento que fortalece al dólar en el mundo, encarece el crédito internacional en esa moneda y deprime el precio de los commodities que Argentina exporta, por cuanto un extendido escenario de tipos de interés en torno al 0% es aún de provecho para las economías emergentes.

El Merval petrolero quiebra todos los récords

Después de rendimientos espectaculares en los últimos dos años, la Bolsa porteña continúa cosechando ganancias. Los analistas financieros destacan que el mercado accionario argentino está motivado por expectativas de cambio en el manejo de la economía después de las elecciones, con políticas que facilitarán el ingreso de capitales al país y alimentarán en forma directa o indirecta la operatoria bursátil.

En este pronunciado repunte de precios, el índice Merval ostenta en estos días marcas históricas muy altas, pues además de los registros nominales en pesos en torno a los 12.000 puntos (próximos al máximo de 12.593 puntos del 23 de septiembre de 2014), el panel que replica el comportamiento de las cotizantes más negociadas quebró barreras en la medición en dólares.

Las marcas máximas se dieron a principios de 1992, cuando el Merval alcanzó los 900 puntos (en pesos y dólares a la par, durante la convertibilidad), y el 20 de enero de 2011, cuando tocó los 920 puntos en dólares (3.664 puntos en la medición en pesos, divididos por un dólar de $3,983). Esta proyección fue claramente superada en 2015: al día de hoy es de 988 puntos (11.920 puntos de Merval divididos por un dólar “contado con liquidación” de $12,06).

Hay variadas razones para esta ganancia. Coincidieron en los últimos días una nueva composición del panel líder, con predominio petrolero, el retroceso reciente del dólar frente a otras divisas como el real brasileño y el euro, la depreciación real del dólar en la Argentina (subió menos que la inflación) y, por supuesto, las expectativas pro-mercado que se depositan en la próxima administración.

Hace tiempo que la Bolsa gana la carrera inversora: en 2013 el Merval trepó 89% en pesos y 42% en dólares (comparado con el “blue”), mientras que en 2014 ascendió 59% en pesos, un 20% más que el dólar informal. En el corriente año, el índice Merval lleva ganado en promedio un 38,9% en pesos y un 35% en dólares, debido a la lentitud con la que sube la divisa en el mercado mayorista, bajo intervención del Banco Central. En el breve recorrido de 2015, el dólar mayorista avanzó un exiguo 3,7%, de 8,5525 a 8,8675 pesos.

Corrimiento hacia acciones más retrasadas

En la plaza bursátil se detectó en la última semana un importante movimiento de fondos que inclinó los precios entre sectores. Mientras que los títulos de los bancos registraron bajas, aquellos ligados al petróleo subieron con fuerza, por el arrastre de la recuperación del precio del crudo. Las acciones de Grupo Financiero Galicia, Banco Macro y Banco Francés habían tomado ventaja en el rally alcista, pues la valuación bursátil de los bancos se fortaleció con el alza de los bonos soberanos. En las últimas semanas, de la mano de la apreciación del petróleo, fueron las acciones del sector energético las predilectas de los fondos de inversión y los bancos cedieron posiciones.

En el primer trimestre de 2015 las entidades financieras fueron activos “estrella” del mercado. Grupo Financiero Galicia ganó en pesos 56,7% (de 18,50 a 29 pesos); Banco Macro, un 49,3% (de 49,50 a 69,95 pesos), mientras que Banco Francés sumó 52,2% (de 53,20 a 81,50 pesos). En ese mismo lapso, las principales empresas cotizantes ligadas al rubro petrolero brindaron resultados muy pobres: Petrobras restó 15,8% (de 44,10 a 37,15 pesos); YPF avanzó 5,2% (de 315 a 331,50 pesos), mientras que Tenaris resignó un 6,2% (de 182 a 169,80 pesos). Impactó a su vez en Petrobras y Tenaris la caída del real y el euro, respectivamente.

La recuperación del barril de petróleo en las últimas semanas apoyó el salto ganador del Merval, que desde abril se perfiló como un panel petrolero: entre Petrobras Brasil (22,63%), YPF (19,25%) y Tenaris (10,99%) concentran el 53% de la ponderación del indicador de referencia de la Bolsa.

En el último mes, desde el 17 de marzo pasado, el barril de Texas ascendió en Nueva York un 28 por ciento. En ese período, Petrobras Brasil ganó 60,3% (de 32,60 a 52,25 pesos), YPF avanzó 7,1% (de 337,50 a 361,50 pesos) y Tenaris subió 19,4% (de 159,95 a 191 pesos). Para los bancos el escenario se revirtió: Grupo Galicia cayó 13,8% (de 30,90 a 26,65 pesos); Banco Macro perdió 16,2% (78,80 a 66 pesos) y Banco Francés cedió 9,9% (de 90,50 a 81,50 pesos).

En la Bolsa de Comercio también los volúmenes operados en acciones tuvieron un crecimiento por encima de los 300 millones de pesos diarios, que dan consistencia a este cambio de portafolios. También incide en el reposicionamiento de carteras la búsqueda de activos respaldados en moneda extranjera, ante las dudas que genera un peso sostenido por intervenciones oficiales, en una coyuntura de inflación en torno al 30% anual.

La salida del “riesgo argentino” se cursó en las últimas jornadas a través de Petrobras y Tenaris, muy utilizadas para fugar capitales a través de la operatoria “contado con liquidación”. Ambas cotizantes son extranjeras, una con sede en Brasil y la otra en Luxemburgo, motivo por el cual están sujetas a la evolución de las divisas de aquellos países, el real y el euro, respectivamente. Esta condición es considerada como una cobertura ante vaivenes locales en un año de recambio presidencial, más cuando se especula con una fuerte devaluación del peso en los próximos meses.

De todos modos hay que enfatizar el “riesgo externo” para estos papeles, por la variación de precios de las divisas internacionales, la imprevisibilidad de los precios del petróleo y la inestabilidad política. En Brasil se desconoce aún el alcance que tendrá la investigación del escándalo por corrupción en Petrobras. De hecho, esta acción, uno de los ADR más negociados en el mundo, rebotó en marzo desde sus valores más bajos en 12 años. La estatal brasileña adelantó que planea recortar sus inversiones un 20% en su plan de negocios para 2015-2019. También se espera con suma tensión el balance auditado de la compañía, previsto para el 22 de abril, una fecha “bisagra” que puede dar nuevo impulso a los negocios bursátiles o detonar una decidida toma de beneficios.

Bolsa versus dólar: la pulseada del año

El Merval de la Bolsa porteña recuperó el protagonismo, de la mano de renovados récords nominales que respaldaron la visión de aquellos analistas que advirtieron sobre los precios de ganga de muchas acciones. El referente de los papeles líderes muestra sus mejores números en la medición en pesos: ganó 11,9% desde que arrancó septiembre y acumuló un alza de 53% desde el cierre de 2012. En el mismo lapso, el dólar libre cedió un 0,5% en lo que va del corriente mes, hasta los 9,25 pesos, para sumar un 35,4% desde enero.

En la comparación, son las acciones las que marchan en punta, netamente por encima de la divisa norteamericana, con algunos ejemplos descollantes: Telecom ganó 127,9% en poco más de ocho meses de 2013; YPF, 66,1%; Grupo Galicia, 59,2%, y Tenaris, 46,8%, por nombrar algunas de las cotizantes más representativas.

Sin embargo, los cálculos se vuelven más complejos cuando se extiende el análisis un poco más atrás. Desde el establecimiento de las restricciones de la AFIP y el Banco Central sobre el mercado de cambios el 31 de octubre de 2011, el dólar blue trepó 106,5% (de 4,48 a 9,25 pesos), cuando el índice Merval en ese período, poco menos de dos años, acumuló una suba de 50,4% en pesos (desde los 2.905 a los 4.368 puntos) con bastante rezago respecto de la divisa norteamericana.

También hay que tener en consideración que el dólar, que alcanzó su precio máximo del año el último 8 de mayo, cuando cerró a $10,45, probablemente podría haberse aferrado a un precio “piso” de $10 si el Gobierno no hubiera ajustado los controles en la plaza cambiaria, a la vez que ordenaba la venta de bonos en dólares para deprimir a la divisa “contado con liquidación”, de referencia para operaciones financieras y asociada en su evolución al dólar libre.

Esta maniobra ortodoxa para contener el ascenso del billete verde fue sin dudas eficaz, aunque discutida: su alcance es de corto plazo y al sostenerse en el tiempo afecta el patrimonio de la ANSeS, que se desprende de sus mejores activos, los bonos soberanos que le reportan ganancias en dólares. Este movimiento tiene un límite.

Las reservas líquidas del Banco Central también juegan un rol muy importante. Este lunes descendieron a u$s36.650 millones, su monto más bajo desde el 28 de marzo de 2007, cuando este mes la entidad que preside Mercedes Marcó del Pont deberá afrontar los vencimientos de deuda más elevados del año. Un “dólar teórico”, resultado de dividir la base monetaria ($321.192 millones, al 30 de agosto) por las reservas, lo ubica en 8,76 pesos. Aunque esté un  poco por debajo de la cotización del dólar libre, la expectativa de una caída de activos en el BCRA a la par de un incremento de la base monetaria hacia fin de año establecería un peldaño más alto para la divisa.

En esta pulseada con el dólar, las perspectivas de mayores ganancias para el panel líder de la Bolsa siguen firmes: si se dividen los 4.368 puntos del Merval por la cotización del dólar “contado con liquidación” o financiero resulta un Merval en dólares de 496 puntos, bien por debajo del récord de 913 puntos del 20 de enero de 2011 y de los 896 puntos del 1 de junio de 1992. Incluso, al imponerse el “cepo” cambiario, el Merval medido en divisa norteamericana anotaba 648 puntos. El promedio bursátil tendría terreno libre para avanzar un 30% más sólo para equiparar los precios de noviembre de 2011. La Bolsa y el dólar tienen fundamentos para continuar su escalada en 2013 y el duelo financiero todavía no tiene un claro ganador.